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Lunes, 19 de marzo de 2007

FúTBOL › A LOS 14 MINUTOS YA GANABA 4-0 Y LUEGO COMPLETO EL TRAMITE EN UN PARTIDO INCREIBLE

Boca tuvo su cuarto de hora y aplastó a Gimnasia

Cuatro goles de Palermo y uno de Cardozo redondearon la goleada boquense ante un rival muy débil que, sin embargo, tuvo varias oportunidades y descontó a través de Leguizamón. Jugó Guillermo y se fue ovacionado.

 Por Facundo Martínez

Fue un partido distinto a todos los anteriores de la era Russo. Boca llegaba golpeado por la derrota frente a Toluca en México y se jugaba mucho con el regreso de Guillermo Barros Schelotto después de una semana movida, en la que incluso llegó a quedar relegado al banco de suplentes por Mauro Boselli, el cuarto delantero del equipo. El rival, para colmo, era Gimnasia. Todo indicaba que era un partido clave para el futuro inmediato del ídolo boquense... pero no hubo tiempo para especulaciones. Cuando aún no había pasado el primer cuarto de hora, Boca ganaba 4-0, e iba terminar venciendo al cabo de los 90 minutos 5-1, con cuatro tantos de Martín Palermo, la figura absoluta.

Sí, el trámite comenzó como si se tratara de una película de Hollywood, una remake de aquellos años triunfales en los que el equipo era dirigido por Bianchi. Al minuto de juego, tras un centro de Clemente Rodríguez, que jugaba por derecha en lugar de Ibarra, recibió Neri Cardozo en el medio del área y sacó un potente remate esquinado que abrió el marcador.

El segundo, el que inició la cuenta y la gran tarde de Palermo, arrancó en un jugadón entre Clemente y el Mellizo, quien sacó un centro ideal para el goleador, que se la había pedido insistentemente y no tuvo que hacer más que estirar la zurda ante la mirada de San Esteban, quien no llegó a cortar el envío. “Guillermo no se va / Guillermo no se va”, bajó de las tribunas... Y eso que el gol lo había marcado Palermo.

Tres minutos más tarde, a los 9, Ledesma se escapó entre las torpezas de la última línea de Gimnasia y, cuando buscaba el remate, miró al medio del área y lo vio a Palermo, listo para definir. El pase fue tan claro que el goleador no tuvo que hacer más que empujarla, de derecha, con un toque sutil ante un Kletnicki ya medio desdibujado.

Gimnasia, que se había presentado con dos líneas de cuatro y esperaba un partido más peleado, era todo impotencia. Tuvo un buen intento de Leguizamón, quien tras una larga corrida llegó a quedar mano a mano con Caranta, que terminó quitándole la pelota; pero un minuto después, a los 14, Palermo iba a anotar el 4-0 para terminar de liquidar el trámite. La jugada comenzó en un tiro libre de Riquelme y una pelota espectacular para el Mellizo, quien volvió a nutrir la vieja fórmula del gol con otro centro perfecto para que definiera Palermo, como en aquellos viejos tiempos.

Faltaba mucho por jugar, pero el partido estaba liquidado para Boca, que desde ahí en más no hizo más que regular el gasto, ya pensando en el partido con Toluca del próximo jueves en la Bombonera.

Luego de dos chances de Boca, una de Cardozo y otra de Palermo, que no prosperaron, llegó la reacción de Gimnasia, con varias situaciones inquietantes, como los cabezazos de Silva y de Leguizamón, dos veces; en la última salvó Clemente sobre la línea.

En la reanudación, el trámite no cambió demasiado. Boca jugaba con holgura y por ahí arriesgaba un poco en defensa y Gimnasia buscaba el descuento, la dignidad, con un poco más de claridad gracias al ingreso de Pierguidi, con quien Troglio terminó cambiando a un 4-3-1-2. De un remate de Pierguidi, que se estrelló en el palo, nació el remate de Leguizamón, que estaba en posición adelantada, para poner el marcador 4-1.

No les importó a Boca ni a su técnico el descuento. Russo mandó al banco al Mellizo y a Banega, a los 52 minutos, y poco después sacó a Neri, que había realizado un buen partido, como para darles descanso, pensando ya en el duelo con los mexicanos. El partido ya estaba ganado y sólo restaba que corriera el tiempo.

Orteman, de cabeza, casi anota el quinto, pero Ormeño salvó en la línea. Gimnasia apuraba un poco, pero no definía sus chances. Mondaini, que había ingresado por Guillermo, complicaba a la débil defensa platense y también al propio Palermo, a quien habilitó espectacularmente para el quinto, que no llegó porque el goleador se llevó por delante la pelota.

Tras un centro de Ledesma que Morel conectó con un cabezazo que se estrelló en el palo derecho, Palermo tomó el rebote y consiguió su cuarto gol en el partido, batiendo su propio record y escalando posiciones en la tabla de goleadores que lo tiene primero con ocho goles –el doble de Arzuaga (Godoy Cruz), Calderón (Independiente), Oscar Cardozo (Newell’s) y Gastón Fernández (San Lorenzo)– en tan sólo seis partidos.


Estadio: Boca.

Arbitro: Pablo Lunati.

Goles: 1m Cardozo (B), 6m, 9m, 14m, 72m Palermo (B), 49m Leguizamón (G).

Cambios: 46m Pierguidi por Dubarbier; 52m Orteman por Banega y Mondaini por Barros Schelotto (B), 56m Dátolo por Cardozo (B), 73m Neira por Leguizamón (G).

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Tercer gol de Boca. Palermo define solo frente a Kletnicki.
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