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Lunes, 10 de abril de 2006

CONTRATAPA

Cuando Marín se va... queda un espacio vacio

El empresario se va de Blanquiceleste SA, pero deja innumerables problemas a sus espaldas. El equipo marcha último, existen sospechas de evasión fiscal, dos sociedades off-shore controlan la mayoría del paquete accionario y su sucesor tiene responsabilidades semejantes en su salida.

 Por Gustavo Veiga

Fernando Marín acaba de irse por la única vía posible. Solo, empujado por el clamor popular, aunque no por el voto de los socios de Racing, como debería haber sido en una asociación civil donde sus dirigentes o administradores no dieron señales de civilidad, por lo menos, en los últimos 20 años. Ahora bien, ¿qué deja el empresario a sus espaldas? Varios problemas pendientes. Una quiebra que no se levantó, un equipo que va último y sumó 6 puntos sobre 42 posibles, sospechas de evasión fiscal porque Blanquiceleste le traspasó su personal al club, dos sociedades off-shore de dudosa procedencia que controlan el paquete accionario y un sucesor de perfil mucho más bajo, pero de semejantes responsabilidades en una salida que es calificada como puro maquillaje.

Marín se va, aunque creer que con él terminan las amarguras de Racing, sería un error de cálculo imperdonable para quienes, sin vínculos con un oprobioso pasado, aspiran a colocarlo donde se merece. Su historia, convocatoria y gloria deportiva así lo indican. Por lo pronto, Fernando De Tomaso (ver en esta pág. “El perfil de...”) será el reemplazante del publicista. Cambiará el principal referente de la gerenciadora pero, en principio, no pasaría lo mismo con el resto de los socios. Ni tampoco habría modificaciones sustanciales en la situación del club. Por el contrario, la AFIP, la UFI Nº 7 de Lomas de Zamora y Personas Jurídicas de La Plata están investigando sus cuentas en la sede social de Avellaneda o pretenden hacerlo más allá de la inacción del juez Enrique Gorostegui.

Además de la presunta evasión fiscal por la transferencia de entre 250 y 300 empleados, los sabuesos y un fiscal estudian con detenimiento la explotación de áreas vedadas por contrato a Blanquiceleste, como la actividad social. En el primer caso, resulta muy gráfico el informe que Néstor Bugallo, uno de los fiduciarios, le elevó a sus pares el 26 de junio de 2003: “...transferir el personal a Racing Club asociación civil para que se practique la retención previsional y obtener el beneficio de la cancelación de deudas anteriores por incumplimiento de aportes y contribuciones y la suspensión de ejecuciones...”, según Bugallo, conllevaría “una figura de evasión fiscal”.

El contador Eduardo Gilberto, el integrante más cuestionado del órgano fiduciario, habría admitido también que la SA y el triunvirato que completa el abogado Carlos Ves Losada poseen cuentas conjuntas. Una entre tantas irregularidades que están por derivar en un pedido de juicio político contra Gorostegui. ¿Quién lo presentaría? El polémico ex presidente Juan De Stéfano durante esta semana.

Dos off-shore en offside

Marín, quien aseguró hasta hace poco ser el accionista mayoritario de Blanquiceleste, en este punto, siempre mintió. Quien controla el paquete de la SA desde su constitución es la compañía Elmtree Investment, con sede en las islas Vírgenes Británicas, la que, según los últimos datos conocidos, tenía el 48 por ciento al 31 de mayo de 2003, mientras para esa época el empresario poseía apenas algo más del 23 por ciento. Luego se acopló a la gerenciadora una off-shore con sede en Liechtenstein, otro paraíso fiscal, denominada Bergo Anstalt. Los dos principales dueños, “muchísimo más poderosos que yo”, según la confesión del propio Marín, se conocieron por una investigación de Líbero el 16 de mayo de 2005.

Cuando ingresó a la SA, la firma del ducado europeo suscribió acciones privilegiadas por 4.132.352 dólares. Según el diario Río Negro, en una serie de notas publicadas en marzo de 2000 sobre el cuestionado grupo empresario Alpat, afincado en la Patagonia, la off-shore Bergo era una de sus accionistas. Y el medio la definía como “una empresa fantasma con domicilio en la calle 33 de Montevideo, donde tiene su sede un estudio contable”. Su representante en la Argentina es Raúl Oscar Marsden, domiciliado en Posadas 1429. Tanto Elmtree como Bergo, que han operado de modo irregular en el país para la Inspección General de Justicia (IGJ), no fueron objeto de estudio para los funcionarios judiciales, ni siquiera después de la tragedia de Cromañón, cuando quedó demasiado en evidencia el modo de operar de las off-shore. “Cuando una sociedad de este tipo aparece es porque quiere violar la ley, en un sentido o el otro”, sostenía el ex inspector de Justicia, Ricardo Nissen, durante una entrevista publicada en este diario el 4 de agosto del año pasado. En la quiebra de Racing, nadie se ocupó de ellas.

Sería oportuno hacerlo porque, según una interesante entrevista que le concedió Marín a la revista Fortuna el mes pasado, sus socios de Bergo Anstalt son de origen suizo. Como Visnar, el grupo que adquirió el pase de Mariano González en octubre de 2002 a cambio de 800 mil dólares. ¿Una casualidad o una coincidencia inquietante? La rentabilidad que el empresario prevé para sus socios de Blanquiceleste recién en 2011, no parece venir tan diferida para operaciones comerciales como la del volante. Un año después, Visnar lo colocó a González en el fútbol italiano por 3.500.000 dólares. Ahora juega en el Palermo.

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