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Lunes, 10 de marzo de 2003

LAS COMPARACIONES NO SON ODIOSAS:

Ginobili

y otros novatos que hoy son figuras

 Por Ariel Greco

Es probable que las comparaciones sean exageradas. Seguro que es así. Sin embargo, teniendo en cuenta al personaje, no hay que subestimarlas. Era exagerado pensar en una tarea consagratoria en la Selección Argentina mayor cuando el pibe peleaba por ser el integrante doce del plantel Sub-22. También parecía exagerado imaginarse que ese flaquito con un buen tiro de tres puntos podía ser una figura destacada en la poderosa liga italiana. No sólo lo consiguió sino que en cuatro años se transformó en el jugador más determinante de la competencia. Y ni hablar si era exagerado suponer un futuro en la NBA en su camino. Desde octubre del año pasado es una brillante realidad. Mañana, cuando San Antonio Spurs visite a Milwaukee Bucks (televisará ESPN), Emanuel Ginóbili cumplirá su partido 50 en la mejor liga del mundo. Ante ese panorama, comparar su labor con la trayectoria de otros jugadores provenientes del básquet europeo, hoy figuras clave de la Liga, resulta un buen ejercicio para vislumbrar el verdadero impacto que puede tener el escolta argentino en un futuro no muy lejano. Sobre todo porque en un cara a cara con estrellas como el yugoslavo Pedrag Stojakovic, el croata Toni Kukoc o el alemán Dirk Nowitzki en sus temporadas de novatos, a Ginóbili los números le cierran.
Anoche volvió a dejar en claro que no necesita marcar puntos para serle útil a su equipo. En el triunfo 94-78 de San Antonio sobre Boston Celtics (el decimoquinto en los últimos 17 partidos), el bahiense apenas anotó 5 puntos, con 0-1 en dobles, 1-3 en triples y 2-4 en simples. Sin embargo, entregó cuatro asistencias y robó cinco pelotas, tres ellas en setenta segundos en el arranque del segundo cuarto. Además tomó un rebote en los 23 minutos que permaneció en cancha. Ya con el partido definido, el entrenador Gregg Popovich decidió sacarlo para preservarlo, junto al resto de sus figuras.
Por lo demostrado hasta el momento, el balance es más que positivo. A partir de sus actuaciones, su predisposición y su capacidad atlética, Ginóbili se ganó el respeto de sus compañeros, incluso de megaestrellas como Tim Duncan y David Robinson, sorprendió a su entrenador, Gregg Popovich, y hasta recibió elogios de técnicos y jugadores rivales. A pesar de estar acostumbrado a un rol de estrella, el ex ayuda de Bahiense del Norte supo resignar protagonismo y se ganó sus minutos en base a defensa, intensidad y trabajo de equipo. De esa forma pagó el derecho de piso. Ahora, superado el proceso de adaptación, le llegó el turno de demostrar las cualidades que lo distinguieron a lo largo de su carrera. Por eso, desde el fin de semana de estrellas, sus estadísticas crecieron a 11,8 puntos, 3,1 rebotes, 4,1 asistencias y 2,2 robos en 25,8 minutos por noche. Nada mal para un debutante de un equipo con grandes aspiraciones, y números similares a los de varios europeos consagrados.
Peja Stojakovic ya es una figura indiscutida de la NBA. Con casi 20 puntos de promedio es uno de los líderes de Sacramento Kings, finalista en la temporada pasada en Conferencia del Oeste y uno de los candidatos a acabar con el reinado de Los Angeles Lakers. Desandando su quinta temporada en la Liga, el ex jugador del PAOK de Grecia está considerado como uno de los mejores tiradores de la NBA. Entre sus logros se pueden contar dos participaciones consecutivas en el Juego de las Estrellas y dos títulos seguidos en el concurso de triples. Sin embargo, a pesar la jerarquía del alero campeón del mundo con Yugoslavia, Ginóbili resiste sin problemas la comparación de las estadísticas de ambos en el primer año en la Liga. En la ‘98/’99, Stojakovic jugó 48 partidos, apenas uno como titular, con un promedio de 21,4 minutos por noche. Y sus números no son muy diferentes de los del argentino, que por ahora juega casi 3 minutos menos por partido. El europeo tiene ventajas en puntos (8,4 contra 6,6) y rebotes (3,0 contra 2,1), pero Manu lo supera en asistencias (1,9 contra 1,5) y robos (1,35 contra 0,89). Y otro dato llamativo es que el porcentaje en lanzamiento de tres puntos también favorece al escolta de los Spurs, que convierte el 33,7 por ciento de sus tiros contra el 32 que anotaba el yugoslavo. Ya adaptado a los 7,24 metros de NBA, en las siguientes temporadas Stojakovic se mantiene en un porcentaje que ronda el 40 por ciento. Eso sí, en sus 350 partidos en la Liga, sus mejores marcas en asistencias, robos, tapas y rebotes ofensivos son exactamente iguales a las que ya logró el rookie argentino en sus 49 juegos.
Pensando en la evolución que pueda tener Ginóbili, una cuestión no menor y que no lo favorece, es la edad. Si bien le lleva 4 temporadas de experiencia en la NBA, Stojakovic tiene apenas 25 años, igual que Manu. La gran diferencia es que el yugoslavo dio el salto a la NBA a los 21, casi en el mismo momento en que el bahiense debutaba en la liga italiana con la Viola Reggio Calabria. Esto significa que Stojakovic, si bien ya era una gran figura y el mejor jugador de la liga griega, recién terminó de consolidarse física y basquetbolísticamente en la NBA. En cambio, Ginóbili arribó con la seguridad que le otorgaba haber sido elegido el jugador más valioso de la liga italiana y de la final de la Euroliga.
En ese sentido, un ejemplo muy válido es la experiencia de Toni Kukoc. Al igual que Ginóbili, el croata desembarcó en Estados Unidos para jugar en Chicago Bulls a los 25 años, después de ser campeón de clubes en Europa y ser elegido el mejor del continente. Llegado a un equipo que venía de ganar tres títulos consecutivos, en su primera temporada debió asumir más responsabilidades que las previstas por el temporario retiro de Michael Jordan. Así, en 75 encuentros, 8 como titular, Kukoc promedió 10,9 puntos, 4,0 rebotes, 3,4 asistencias y 1,08 robo en 24,1 minutos por juego. Es claro que esos números son superiores a los de Manu, pero también es cierto que las estadísticas de los últimos diez partidos del argentino, ya totalmente restablecido de su lesión en el tobillo, se asemejan bastante a los del croata.
Otra megaestrella europea que en su año como debutante consiguió estadísticas parecidas a Ginóbili es el alemán Dirk Nowitzki. El alero de los Dallas Mavericks arribó, al igual que Stojakovic, en la temporada ‘98/’99, aquella marcada por el lock out patronal que determinó que apenas se disputaran 50 partidos en la serie regular. Elegido el mejor jugador del Mundial 2002 y dos veces participante de All Star game, Nowitzki jugó en su primer año 47 partidos, de los cuales fue titular en 24. Sus números indican que anotó 8,2 puntos, bajó 3,4 rebotes, entregó 1,0 asistencia y robó 0,62 pelota, en 20,4 minutos por noche. Mientras tanto su porcentaje en triples apenas superaba el 20 por ciento. Al año siguiente, el alemán duplicó sus prestaciones en casi todas las categorías y en la actualidad es el líder del equipo de mejor record de la NBA, el sexto goleador de la competencia con 23,8 tantos y el octavo mejor rebotero con 9,8. Además, ahora convierte el 37 por ciento de sus lanzamientos externos. También hay que tener en cuenta que Nowitzki llegó a Estados Unidos con 20 años y casi sin experiencia en el primer nivel europeo, ya que jugaba en el Wurzburg de la segunda división alemana. Igualmente, esa circunstancia no le impidió ser elegido el mejor de su país cuando logró ascender con su equipo.
Si bien recayó en la NBA ya maduro y con experiencia, una cuestión que potencia lo de Ginóbili es que está en un equipo candidato, con mayor competencia por un lugar y con menos márgenes de error que los conjuntos que se encontraron Nowitzki o Stojakovic en su momento, que estaban en plena etapa de reestructuración. Es verdad, las comparaciones son exageradas. Pero conociendo a Ginóbili, vale la pena tenerlas en cuenta para el futuro.

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