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Lunes, 4 de agosto de 2003

JUGANDO TRES DE DESCUENTO, SEBASTIAN BATTAGLIA METIO EL DERECHAZO GANADOR

A Boca le salió el tiro del final

Sufriendo, Boca se trajo un triunfo valiosísimo de La Plata. Hubo un primer tiempo parejo, con oportunidades repartidas; luego, tras la injusta expulsión de Verón, Gimnasia se retrasó con orden, pero demasiado, y Boca lo apretó hasta convertir en la última jugada. Battaglia y Olave fueron figuras. Bien Enría, Tevez e Iarley; muy desdibujado Guillermo.

 Por Facundo Martínez

Sopló el viento, una pelota quedó boyando en el área tras un taco medio desesperado de Carlos Tevez –de espaldas al arco y buscando el gol–, llegó el rebote hasta Sebastián Battaglia, quien remató fuerte y bajo sobre el palo derecho del arquero Olave para poner el 1-0 sobre Gimnasia. Y Boca respiró, de alegría, por el triunfo en el debut; es que iban dos minutos del tiempo de descuento y hasta ahí no había pasado prácticamente nada bueno o apenas muy poco. Los puntos quedaron para Boca, pero el mérito fue para Gimnasia, que aguantó casi todo el complemento con diez hombres y, aunque con un planteo cauteloso, supo contener en el fondo las escasas llegadas de los delanteros boquenses.
Las caras de Bianchi, mientras iban pasando los minutos, eran más que un reflejo de lo que pasaba en la cancha: preocupación frente a la nada. Porque Boca no había hecho muy bien los deberes ni siquiera en superioridad numérica y no conseguía entrar con claridad sobre la última línea de los platenses, segura y ordenada en la marca. El Mellizo, no: no desbordaba, no protestaba, no gambeteaba. El brasileño Iarley –que salió promediando el complemento– aparecía de a ratos y, aunque anduvo bien con la pelota, eso no alcanzaba para que la sociedad con Tevez prosperara. Si a eso se le suma la imprecisión en la zona de volantes, a Boca le faltó por todos lados como para dominar con claridad el partido.
Más clara fue la situación para Gimnasia, que apostaba –y mucho– a la velocidad de Enría y a las pelotas aéreas, pero se mantenía bien parado atrás, como aguantando el despertar de sus volantes, que tardó pero llegó, y entonces se emparejó el trámite. Del primer tiempo: para Boca, un remate de Iarley a las manos de Olave, un violento derechazo de Cascini y un buen remate de Tevez, que el ex Belgrano envió al corner; para Gimnasia, dos cabezazos de Enría.
Tras el descanso, ninguno de los dos pudo corregir su imprecisión y tampoco el flaco desarrollo del encuentro. Las condiciones del campo de juego atentaron contra ambos conjuntos: la pelota se frenaba en los charcos y los pases se convertían en una lotería que ganaba el que más rápido corría.
Del complemento: un remate de Tevez que pasó cerca del arco y otro de Enría, también peligroso. La más clara del partido para los platenses llegó tras una salida en falso de Abbondanzieri, luego de un centro de Castillo que Rueda conectó sobre las manos del arquero y Enría, que tomó el rebote, buscó definir, pero una pierna de Cascini salvó el arco. Para los boquenses, la mejor situación fue tras un desborde de Estévez, con centro atrás, que le permitió a Battaglia habilitar a Tevez, quien sobre el borde del área chica remató y Olave, pasado, salvó hacia su izquierda.
Apurado por el reloj, Boca se lanzó “a la carga Barracas” contra el área de Gimnasia. Hubo un cabezazo frontal y al medio de Schiavi –Olave controló, paradito nomás–, y el tiempo de descuento. Era un empate clavado, pero le quedó fácil a Battaglia y Boca respiró, al menos hasta el próximo domingo.

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tres de descuento y gol. Battaglia y cagna abren los brazos para recibir a tevez y a donnet: el gol demorado es el que mas se disfruta.
 
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