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Este triunfo por 3-1 ante un rival que prometía constituye, además, un gran aliciente para que el equipo de Ubaldo Fillol gane confianza de cara al trascendental encuentro frente a Boca, que se disputará la próxima fecha en la Bombonera, y que será, sin dudas, una excelente prueba para evaluar donde se encuentra parado el conjunto racinguista.
“Lo que rescato son los noventa minutos que tuvo el equipo, la actitud que dejamos en la cancha –evaluó Fillol, antes de agrandarse–. La verdad es que tenemos un buen plantel y que esto que hicimos se puede superar”, añadió.
El despliegue y la presión habían sido hasta aquí los principales atributos exhibidos por Racing en el Clausura. Fue sin duda, una prometedora actuación que ilusionó incluso a su entrenador: “Lo de Racing fue maravilloso. Jugamos muy bien y merecimos una diferencia más amplia en el marcador”, señaló un Fillol exultante tras la victoria que ubicó a su equipo en el segundo puesto del campeonato Clausura, detrás de Talleres.
Para el técnico fue también un gran triunfo desde lo anímico, pues reconoció que la derrota ante Central por 3-1, en la última fecha, “fue un duro cachetazo que los jugadores necesitaban revertir para recuperar el protagonismo en el torneo”.
La performance de Racing templó el ánimo de sus hinchas, que colmaron el cilindro de cemento de Avellaneda y alentaron sin parar durante todo el partido con la esperanza de que este joven equipo puede repetir una actuación como la de ayer frente a Boca.
“Pasó algo que me sorprendió en un plantel tan joven –relató Fillol–. Cuando terminó la charla técnica, en el hotel, los pibes se juntaron y dijeron ‘hoy vamos por Galdames’, ‘vamos por Eduardo Domínguez’, sus compañeros lesionados, y se dieron un ánimo que me gustó mucho.”

Informe: Leonardo Castillo.