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Lunes, 25 de octubre de 2004

FúTBOL › MANIFESTACIONES A FAVOR Y EN CONTRA EN EL MONUMENTAL

Entre gritos, susurros y silbidos

A pesar de las dos caídas ante Almagro (2-0) y Lanús (1-0), la hinchada de River colmó el Monumental ilusionada con una recuperación. Pero la irregular producción que el equipo de Astrada ofreció durante el partido de ayer frente a San Lorenzo hizo que el aliento inicial se diluyera hasta convertirse en reprobación, expresada con una silbatina al final del encuentro. En la tribuna visitante ofreció, en cambio, una imagen bien contrastante: los dirigidos de Veira dejaron el campo de juego en medio de una gran ovación, festejando los primeros tres puntos que el cuadro de Boedo obtuvo fuera de su estadio y ante un rival históricamente muy complicado.
La gente de River recibió al equipo con muestras de respaldo para los principales referentes del plantel, como Gallardo, Salas, Mascherano y Luis González. A los dos minutos de juego, cuando River se puso en ventaja mediante un gol en contra señalado por Ramírez, el entusiasmo creció. Parecía que esa acción marcaría el camino hacia la victoria.
La tribuna Centenario, donde se ubicaba la parcialidad de San Lorenzo, estalló cinco minutos después, cuando Zabaleta marcó el tanto del empate. Sin embargo, el aliento riverplatense no decayó y se instaló en el Monumental un duelo de hinchadas demasiado atractivo para el escaso vuelo que tenía el partido.
Pero la labor de River no conformaba. Aún no se habían cumplido diez minutos del complemento, cuando Astrada decidió reemplazar a Gallardo por Zapata. El capitán del conjunto local se retiró en medio de la indiferencia de los hinchas. El entrenador intentó consolar al jugador con una palmada, pero el volante le dio vuelta la cara. El técnico siguió con las modificaciones: sacó a Salas y puso a Maximiliano López, quien fue cuestionado por los hinchas durante los 25 minutos que estuvo en la cancha.
Al promediar el segundo tiempo, Lavezzi marcó el segundo gol de San Lorenzo y el delirio se estableció en la cabecera visitante. Los hinchas de River permanecieron en silencio durante diez minutos pero, tras el penal que Costanzo le contuvo a Romagnoli, el aliento revivió. Los locales se fueron en busca de la igualdad y la parcialidad riverplatense acompañó la arremetida hasta que Baldassi, de pobre desempeño, señaló el final del partido.
La conclusión no pudo ser más contradictoria. Mientras los jugadores de San Lorenzo festejaban los tres puntos con sus hinchas, el plantel de River –que hace una semana atrás compartía la punta con Vélez y Boca y era el único invicto del torneo Apertura– se retiraba del Monumental en medio de silbidos después de haber acumulado la tercera derrota consecutiva del certamen.
Informe: Leonardo Castillo.

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