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Lunes, 1 de noviembre de 2004

FúTBOL › LA TARDE OLVIDABLE DE ARIEL ORTEGA

Apenas un Burrito sin patada

Si la actuación colectiva de Newell’s estuvo lejos de ser la de un equipo con pretensiones de campeonar, la labor individual de Ariel Ortega no desentonó en el panorama general. El delantero se fue en insinuaciones durante el partido ante Almagro y aportó muy poco durante un encuentro que era crucial para el equipo de Gallego. Aunque aportó algunas pinceladas de talento en los primeros minutos, luego se diluyó en la intrascendencia que exhibió todo el conjunto rosarino.
Desde el arranque, Ortega se paró bien arriba y por el sector derecho, con la clara intención de manejar la pelota y desbordar para que Borghello, su acompañante en la ofensiva, tratara de entrar por el medio en posición de gol. Pero muy pocas veces lo consiguió, con excepción de una jugada a los 10 minutos. Encaró a Charles Pérez sobre la línea de fondo, lo eludió y luego tiró un centro que Borghello no logró convertir. Se trató de la situación más favorable de Newell’s en el primer tiempo.
Ortega intentó además formar una sociedad con Rubén Capria para que Newell’s tuviera profundidad. Pero entre ambos no lograron armar un sola jugada interesante. El delantero trató entonces de provocar el desborde con su típicas gambetas. Amagaba por un lado e intentaba salir por el otro, pero se notó que le costaba sorprender a sus rivales. La falta de velocidad se hace ostensible en su juego y parece ser el saldo más evidente del parate de más de un año y medio, como consecuencia de la suspensión que le impuso la FIFA por incumplir el contrato que firmó con el Ferenbahce de Turquía.
En el complemento, a la intrascendencia de su juego le sumó un marcado desgaste físico que le impidió pelear cada pelota con el suficiente vigor. Ya al promediar la segunda mitad, los defensores de Almagro no tuvieron inconvenientes para controlarlo. Así fue como Charles Pérez, el marcador que lo había tomado en zona durante los 45 iniciales, comenzó a soltarse y proyectarse por el lateral izquierdo para aportar al ataque del conjunto de Villa Raffo.
Las intervenciones del Burrito en el juego fueron cada vez menos importantes y terminó solo, recostado en el sector derecho del ataque, mirando el partido como un espectador más. Al final se retiró cabizbajo, como el resto de sus compañeros, tras una floja producción futbolística.
Producción: Leonardo Castillo.

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