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“Es lo máximo que me ocurrió en mi carrera”, decía Luis Garisto, el técnico de Banfield, en el eufórico vestuario local. “Fue la noche soñada, nos salieron todas las jugadas como las habíamos planeado en la semana, se dio todo lo planificado”, insistió en un exceso de protagonismo.
Para Walter Jiménez “se dio un partido que jamás hubiéramos imaginado. Porque ganar, uno siempre tiene la ilusión, pero de esta manera, nunca”. Para el autor del cuarto gol de Banfield, “la goleada se explica porque jugamos muy bien y ellos lo hicieron muy mal. Además ayudó que nos pusiéramos rápido en ventaja”. Jiménez relató una y otra vez su gol: “Fue el gol soñado, por cómo encaré, por cómo piqué la pelota y por dónde entró al arco. La verdad es que estoy muy feliz”.
Roberto Colautti, que convirtió dos de los cinco tantos, tampoco ocultó su alegría. “Necesitaba llegar al gol, pero no por mi condición de haber jugado anteriormente en Boca. Lo estaba buscando y no se me daba. Ya me estaba desesperando”, sostuvo.
Iván Moreno y Fabianesi, autor del último tanto, lamentó la forma en la que acabó el partido: “Es lamentable que se haya tenido que suspender por la violencia de un grupito de hinchas de River, que nos privó de la chance de obtener un resultado mucho más amplio, para ser recordado de por vida por la gente de Banfield”.