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Domingo, 20 de agosto de 2006

NOTICIAS DEL MUNDO

Vargas y el buen salvaje

Estos son días turbulentos para Mario Vargas Llosa. Mientras su última novela, Travesuras de la niña mala, se mantiene bien arriba en las listas de los libros más vendidos, el laureado escritor peruano está protagonizando un caluroso choque verbal con el presidente de Bolivia. Todo comenzó cuando Vargas Llosa escribió en un artículo que Evo Morales “es el emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador, y con una vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical”. Morales dejó pasar algunos meses, pero fue en la inauguración de la XI Feria Internacional del Libro en La Paz que arremetió sarcásticamente contra Vargas Llosa con estas palabras: “Por poco no me dice salvaje, retrógrado, populista”, y acusó al autor de La ciudad y los perros de “satanizar” la causa indígena y escribir a favor de la opresión de los pueblos. Mientras tanto, Vargas Llosa sigue representando a Odiseo en la obra Odiseo y Penélope, una adaptación propia de La odisea de Homero en el Teatro Clásico de la ciudad de Mérida, al sur de España. Sobre esa experiencia, declaró, no sin razón: “Subirme a un escenario es lo más temerario que he hecho en mi vida”.

Scottish Psycho

El escritor escocés Irvine Welsh, autor de la popular novela Trainspotting que ha sido llevada al cine por Danny Boyle, fue acusado de misógino por su último trabajo, todavía inédito, algo que lo empareja a lo sucedido con Bret Easton Ellis cuando apareció American Psycho. Un hecho curioso se produjo cuando Welsh hablaba en el día de apertura del último Festival Internacional del Libro de Edimburgo, la ciudad en donde vive: un puñado de mujeres que estaban esparcidas por el público lo rodeó y trató de golpearlo cuando leyó algunos pasajes especialmente fuertes de The Bedroom Secrets of the Master Chief, su novela en preparación. El pasaje en cuestión relata con sutil detalle la experiencia de un hombre de veinte años violando a una anciana. Lo que realmente irritó a las damas presentes fueron las descripciones físicas de la anciana, que van desde el “salvaje co-rrugado” de su cara a su “desmesuradamente dilatado clítoris”. Welsh escapó intacto de los puñetazos, pero ahora tendrá que afrontar un litigio legal en las cortes de Edimburgo.

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