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Sábado, 30 de abril de 2005

Un año sin Cornforth

Esta semana se cumple un año de la muerte del historiador del arte John Cornforth, que puso en el mapa el estudio académico de la decoración de interiores. Y eso que él no era académico.

 Por Sergio Kiernan

Este jueves se cumple un año de la muerte de John Cornforth, el inglés que por amor creó una nueva manera de estudiar la decoración de interiores. A sus 67 años, tenía más de cuarenta en la revista Country Life, primero como colaborador y luego como editor de arquitectura, y una buena docena de libros seminales, el último publicado póstumamente. Pero sobre todo tenía el mérito de haber ayudado a que los interiores pasaran a ser un objeto de estudio tan serio como el resto de los edificios clásicos que él amaba. Este mérito es todavía más notable porque Cornforth no era arquitecto, curador de museos o académico profesional.

Country Life es, más que una revista, una institución que hizo mucho para nuclear e impulsar buena parte del conservacionismo que salvó la herencia construida de los británicos. Cornforth estudió historia en Cambridge sólo porque en esos tiempos la añeja universidad no enseñaba historia del arte, pasión personal desde su infancia. Mudado a Londres, el joven graduado que se había pasado el servicio militar visitando ruinas en la Alemania ocupada se unió a Country Life como colaborador del equipo que presentaba cada semana un artículo sobre una casa de campo e incluía nombres como Christopher Hussey, Arthur Oswald y Mark Girouard.

Cornforth comenzó investigando casas de fines del siglo 17 y en 1966, cinco después de publicar su primer artículo firmado, publicó un libro sobre Caroline House que fue un éxito académico. Le siguieron muchas obras sobre los estilos, usos y evolución de los interiores de los siglos 17 y 18, y sobre la influencia de ese patrimonio cultural en la arquitectura y la decoración del siglo 20.

Cornforth usó todo el prestigio e influencia que pudo conseguir en detener la destrucción del patrimonio edificado, particularmente aguda en los años sesenta y setenta. Fue miembro del comité de edificios históricos del National Trust y hasta escribió un libro denunciando el vandalismo cultural y proponiendo soluciones viables para su conservación. Su gusto paradigmático hizo que el gobierno lo nombrara asesor en la decoración de las embajadas británicas de todo el mundo y asesor para las galerías británicas del museo Victoria y Alberto, de Londres, inauguradas en 2001.

El caballero de Glinn, junto a Lord Guinness uno de los preservacionistas más activos de Irlanda, escribió recientemente que Cornforth también fue instrumental en difundir el patrimonio irlandés y ayudar a preservar casas de campo espectaculares que estaban en peligro de desaparecer.

Además de escribir y teorizar largamente sobre la influencia de la decoración de interiores sobre la arquitectura, Cornforth fue coleccionista de arte moderno y amasó una espectacular biblioteca sobre sus áreas de interés. Esta colección está siendo vendida en su mayoría por la librería G. Heywood Hill Ltd, de la calle Curzon en Londres. En la introducción al catálogo de los libros de Cornforth, el director de la librería, John Saumarez Smith, explica que el Mellon Centre para las Artes Británicas recibió por testamento el derecho a tomar los volúmenes que necesitara para completar sus colecciones. La colección en venta es sin embargo masiva –más de 600 volúmenes, más los que maneja la librería Ken Spelman, de York– y abarca todas las áreas posibles de su especialidad, desde la arquitectura hasta la platería, pasando por jardines, artes decorativas y mobiliario. El volumen que más tiempo pasó en manos del autor, cuenta Saumarez Smith, es la guía de arquitectos y artesanos británicos de Sitwell, que Cornforth compró en 1948, a los once años.

La obra póstuma de Cornforth, Early Georgian Interiors, trata sobre los sistemas de decoración de interiores utilizados en Gran Bretaña en el siglo 18. Estas formidables creaciones rurales y urbanas combinaron en grados crecientes de complejidad y extravagancia artes, muebles, textiles, platería y marqueterías. Entre otros aspectos de estos sistemas, el autor analiza las influencias cruzadas de cultura y comercio, o la integración de las colecciones de arte al diseño de interiores, utilizando ocho grandes residencias como ejemplos n

La librería G. Heywood Hill puede visitarse en www.gheywoodhill.com.

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La última obra de Cornforth,
editada póstumamente,
estudia los interiores
georgianos que tanto amó y a los que le dedicó más de cuarenta años de carrera.
 
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