no

Jueves, 1 de marzo de 2007

EN EL FANGO

Viajes al centro de (nuestra) tierra

Con o sin banda de rock en el medio, se pisaron muchas veces tierras inexploradas, alejadas de las luces portuarias. Pero en abril de 2005 llegó al paroxismo de la otredad: un pueblo llamado ¡Heavy! Sí, un cronista, de repente, apareció en un caserío de apenas 30 personas, ubicado en el kilómetro 125 de la Ruta 7, y se encontró con “el dueño del pueblo”: un tal Leandro Heavy. El personaje, nieto del fundador, resulta ser un ermitaño que planta melones e imagina realizar un festival de rock pesado con un fin preciso: hacer que exploten por el aire las plantas de soja (¿?). Otra excursión exótica sin rock. Enero de 2003 y el NO está al pie del Aconcagua, cinco mil metros arriba del mar. Miliki, un médico, asusta al periodista. Le revela las causas del MAM —no el grupo de los Mollo sino el Mal Agudo de Montaña— y el cenit de la escala es un ¡pueblo portátil! Plaza de mulas. “Sube y baja cada año”, relata el visitante.

Septiembre de 2005, de las aguas cristalinas de la Cordillera a las podridas del Riachuelo. El hombre se sube a un barquito para atravesar el charco más inmundo del mundo. Va con unos estudiantes secundarios descolgados y un tanto salames, pero un dato lo estremece: al río lo rodean 100 basurales, las 50 empresas del polo petroquímico y 88 barcos abandonados. De las musicales, dos escapan a la regla: Pablo Lescano en Córdoba (noviembre de 2006) y Tonolec en Chaco (julio de 2005). El ex Damas Gratis queda registrado en una de sus salidas de la clínica de rehabilitación ¡cerrando una fecha rockera en Córdoba! En el camarín, antes del show, El Chino, su manager, rechaza las cervezas. “Llevate esto, sólo agua y gaseosa.” Lo de Tonolec -–grupo que mezcla sonidos electrónicos con música tecno— es bien distinto. Charo y Diego —chaqueños blancos— se fusionan con los más viejos exponentes de la comunidad qom y cerca del Impenetrable se descubre la magia de una cantante que interpreta ambas culturas. “Programaciones, ambientación atemporal y una fémina sensual, que se mueve como en un rito, que toca el charango y el N’Vique, que canta mucho en guaycurú (toba) y poco en castellano: “Por mis venas corre sangre nativa / es dulce / es tibia / con un beso se activa”. Electrónica al servicio de la causa aborigen, allí donde la pobreza del barrio San Martín atenúa las luces de Resistencia.

Incursiones, ahora sí, con rock. También al Chaco, en noviembre de 1995, acompañamos a los Illya Kuryaki en pleno auge. Dante y Emmanuel dan un show caótico —un pibe gana el micrófono y lanza “no se olviden del Chaco, no se olviden de por qué están acá”— y después visitan el barrio toba. Se comen un tremendo bajón. Un mes antes, el NO encara una gira cuyana con la banda del momento: Los Brujos. El cronista dice sobre el paso a Chile: “Al mediodía se inicia una de las travesías más increíbles, problemáticas y azarosas que haya vivido un grupo de rock argentino en gira (y no es exageración)”. Los Brujos la pasan mal porque los carabineros invaden Santiago y deben tomar un camino larguísimo.

Diciembre de 2005, otra travesía pero con Carajo y en combi hacia Santa Fe. El termómetro supera ampliamente los 30 grados, pero Corvata, Tery y el Niño tienen energía de sobra para detenerse en el medio de la ruta y hacer una sesión de fotos extensísima. La energía, a base de agua mineral y comida vegetariana, alcanza para llegar sobre la hora, bancar un show de más de dos horas, cenar a las tres de la mañana y viajar a Córdoba al otro día. Pero los viajes más antológicos fueron a Cosquín, cuna de anécdotas y epopeyas. Vimos tocar a Pappo, por última vez, con Pappo’s Blues y Riff. Lo vimos hacer la versión más impresionante de Sucio y desprolijo, junto a Charly García. Vimos a Skay en un show imponente, entre las sierras y el río. Y vimos, en el último, cómo la cuestión Callejeros retornó al rock argentino con un viejo litigio: el nosotros y el ellos.

Compartir: 

Twitter

Imagen: Pablo Añeli
 
NO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.