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Jueves, 26 de septiembre de 2002

CARAJO Y ENTRE RIOS, MUSICA JOVEN ARGENTINA DE ¿OPUESTOS?

Emociones mezcladas

Aviso: no tienen nada que ver entre sí... Por eso mismo es que comparten estas páginas. Carajo acaba de publicar su primer disco y se perfila como una de las bandas más fuertes de la escena rocker local. Entre Ríos, luego de varios prometedores EPs, también “debutó” con un primer disco de bellas canciones de pop electrónico. Aquí, un reporte del antes, ahora y después de dos bandas que, después de esta nota, sí tendrán algo que ver entre sí.

POR MARTIN PEREZ
Cuando tienen que hablar de Entre Ríos, sus integrantes dudan en llamarlo “grupo”. Su compositor, un administrativo más en una empresa administradora de salud, prefiere decir que Entre Ríos es un proyecto. “Me gusta separarlo del cliché del grupo de rock”, explica Sebastián. “Porque ser parte de un grupo tiene una cosa de apropiación, es algo dogmático: tenés que estar ‘adentro’ o sino quedás ‘afuera’.” Su cantante, una autora de libros infantiles tanto en lo que se refiere al dibujo como al texto, asegura que le gusta formar parte de algo que la lleve a hacer cosas que nunca hubiese hecho sola. Pero le cuesta hablar de Entre Ríos como “su” grupo. “Es que no me gustan las cosas exclusivas”, explica Isol, que también canta en un grupo barroco. Y que dibuja y escribe sus libros desde el Abasto para que sean editados –con todo éxito, asegura– en México. Su productor y arreglador es sonidista del Centro Cultural Recoleta desde hace tres lustros y bajista de sucesivos grupos y estilos antes de encerrarse a componer, arreglar y producir obsesivamente frente a una computadora, termina explicando que el asunto es que en Entre Ríos no hay un trabajo grupal. “Es un trabajo individual”, cuenta el otro Sebastián. Y agrega: “Al menos a la hora de hacer los discos”.
Los discos de Entre Ríos son tres: dos EPs llamados Litoral (2000) y Temporal (2001), y un flamante álbum titulado Sal (2002). Una producción impecable que les permite exhibir, en apenas dos años y con contadas presentaciones en vivo, un masivo consenso dentro de una escena pop porteña de la que tal vez sean sus mejores representantes, al unir de manera orgánica sus dos vertientes: la canción y la electrónica.
Aunque ellos no quieran ser llamados de esta manera, Entre Ríos es el primer grupo de esta camada en asomar la cabeza y por derecho propio. “Es mi grupo pop electrónico”, termina aceptando su cantante. También es el grupo pop electrónico por excelencia del nuevo pop porteño, que luego del fracaso comercial de Leo García tiene ahora un nuevo representante. Entre Ríos acaba de firmar contrato por tres discos con el sello independiente español de culto Elefant, y en las críticas del primer álbum aparecido allá (Idioma suave, un compilado con temas de sus dos primeros EPs y algunos inéditos) ya los comparan con Family, Le Mans o Carlos Berlanga, exponentes del mejor pop de culto español. “Los Saint Etienne de la Patagonia”, exagera alguno.
A la hora de repasar la génesis de Entre Ríos es indispensable hablar también de Indice Virgen, el sello independiente de culto de la escena porteña. Creado por Sebastián Carreras, el compositor y motor principal de Entre Ríos, Indice Virgen nació con Grabaciones íntimas, canciones pop (1998), un álbum en el que se compilaban 18 canciones grabadas de forma casera. Perdida entre ellas había un tema compuesto y cantado por el propio Sebastián, bajo el nombre de Tus Hermosos, bautismo que compartía con el que luego sería el productor y arreglador de Entre Ríos, Sebastián Lucena. Un año más tarde, para el segundo compilado del sello –titulado Canción-es Pop (1999)–, el tema de Tus Hermosos ya era cantado por Isol, la pieza que faltaba para armar esa cadena de producción artística que pasaría a llamarse Entre Ríos.
Pero antes de Indice Virgen y antes que Tus Hermosos –que llegó a editar un álbum bajo ese nombre, titulado Anatomía de melancolía (1998)–, hay que ir un poco más atrás, y detenerse en un efímero selloindependiente llamado Plot!, y un grupo llamado Tus Hermosos Perdedores, que llegó a editar dos casetes independientes durante la primera mitad de los ‘90. El sello fue una cooperativa de grupos y solistas que se unieron para editar una compilación en CD titulada sencillamente Plot! (1994), que detrás de una estética muy 4AD reunía a grupos como El Pesanervios, Quum, o Cadáver Exquisito. “En ese disco estamos todos por primera vez juntos en un disco, pero separados”, cuenta Lucena. “Isol cantaba en los temas de su hermano Federico Zypce, Sebastián estaba con su grupo y yo con el mío, Rayos Catriel.”
“Como no puede dejar nada en manos de los demás...”, según explica Lucena, Carreras se cargó al hombro Plot!, en lo que fue su primera experiencia de edición independiente. Y de la misma manera insistió cantando sus canciones, hasta que –grabando en el estudio de Zypce– se encontró con Isol, y al fin pudo dejar de hacerlo todo. “Cuando uno hace algo, inmediatamente sabe si le es fácil o no hacerlo”, cuenta Sebastián. “Y a mí siempre me gustó hacer canciones, lo que no me gustaba era cantarlas. Pero no había otro que quisiera hacerlo. Hasta que encontramos a Isol.” Y ahí fue cuando, después de algún par de temas de Tus Hermosos con ella al frente –”Dame” en aquel Canción-es pop y “Cuando estés” en el compilado promocional Colección verano (2000)–, finalmente todo tuvo un nuevo y merecido comienzo.
Una de las cosas que destaca Sebastián Carreras con respecto a Entre Ríos es que su mecánica interna no funciona del consenso interesado entre ellos. “No es que uno acepta algo del otro para así poder hacer lo suyo”, explica. “No aceptás esa canción del bajista o el capricho del baterista porque estamos tirando todos para el mismo lado y eso es lo importante sino que lo que forma parte de Entre Ríos es ciento por ciento algo que constituye al grupo. Y lo importante es que hay mucho ‘No’ en ese proceso.” El recorrido creativo del proyecto comienza cuando Sebastián compone los temas con su guitarra. Después se los hace escuchar a Isol, que elige los que quiere cantar, y los graba en un casete junto a Sebastián tocando la guitarra. El viaje concluye en las manos de Lucena, que elige de entre ellos los que va a producir. “Es como antes del rock, en el que había un compositor, un intérprete y un arreglador. Ese recorrido es el que remeda Entre Ríos, pero por sí mismo”, explica Carreras.
La comprensión de ese proceso, que se dio naturalmente entre sus integrantes incluso desde antes de constituir Entre Ríos, no fue algo sencillo. “El primer disco salió casi de la nada, pero para terminar el segundo tardamos demasiado. Y casi nos separamos antes de terminarlo”, confiesa Lucena con respecto a Temporal. Pero superado ese escollo, el de estar a la altura de sí mismos (o de lo que creían ser), fue todo mucho más orgánico, y Sal salió mucho más fácil y rápido. También pasaron del inicial desinterés por tocar en vivo. “No queríamos apretar play y hacer la mímica del show en vivo, ni tampoco tocar con instrumentos tradicionales lo que estaba en el disco”, explica Lucena. “Recién cuando vimos en vivo a los finlandeses Pansonic nos dimos cuenta de que se podía interpretar en vivo música electrónica sin seguir aquellos dos atajos. Y descubrimos que lo nuestro era recorrer el camino inverso que hacíamos construyendo los temas. Ibamos sacando instrumentos y arreglos, dejando espacios vacíos para completarlos en vivo.”
Así es como Entre Ríos ahora sí es casi un grupo. Con Carreras y Lucena construyendo los sonidos de los temas en vivo, y la pequeña Isol parándose quietecita, bien cerca del micrófono, para completar con su voz de sopranola encantadora melancolía que subyace en los shows. Una sensibilidad que no se autocompadece sino que acompaña. Y acompaña a muchos, ya que por lo general en los pocos shows de Entre Ríos nunca sobra espacio. “Yo sé que lo que hacemos nunca va a ser algo masivo”, reconoce Carreras. “Pero a los que les gusta, les gusta mucho. Es algo que pasa acá, pero también pasa en España, donde les gusta todo lo que hacemos”, dice Carreras. Para más adelante, según revela Lucena, el proyecto tiene como desafío llevar la dinámica grupal que han descubierto para sus shows en vivo al ámbito de la composición de los discos. Pero eso es lo que –tal vez– viene. Ahora, ya mismo, Entre Ríos es el grupo pop que hay que descubrir, escuchar e ir a ver. Antes de que ellos descubran, por ejemplo, que ya son un grupo.

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