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Jueves, 2 de mayo de 2013

PATRICIA LO EXPLICA TODO

La conexión

Pietrafesa presentará un libro que compila sus fanzines punk en un evento en el que se replicarán casetes y se repartirán audios de aquella época: “El fanzine y el viajar son los modos de libertad más puros”, asegura Pat.

 Por Julio Nusdeo

Punk, la muerte joven, el libro del periodista argentino Juan Carlos Kreimer de 1978, está considerado una obra fundamental que influyó en infinidad de personas de espíritu salvaje gracias a la cantidad de información sin precedentes acerca del surgimiento de bandas proto-punk estadounidenses e inglesas. “En las primeras páginas, Kreimer habla muchísimo sobre lo que es un fanzine y la gente que los hacía, y me sentí muy estimulada por un montón de esas ideas”, recuerda Patricia Pietrafesa, quien tras una extensa trayectoria en la difusión de ideas, contracultura, trabajo autogestivo y mucho punk, presenta el libro que compila todos sus fanzines publicados en casi dos décadas: Resistencia, registro impreso de la Cultura Punk Rock Subterránea, Buenos Aires 1984-2001.

Sus 400 páginas cubren en primera persona una etapa de la historia musical de la ciudad que difícilmente podría encontrarse en otro lugar. El trabajo de Pat (cantante y bajista de She Devils y Kumbia Queers) compila épocas de hiperactividad en las que había muchas cosas por decir: “Lo hacía por medio del fanzine que, junto con viajar, es el modo de libertad más pleno que conozco. Es hacer todo uno mismo: escribía lo que quería, ponía lo que me gustaba, lo diagramaba, lo fotocopiaba, lo regalaba, lo vendía. Cuando me di cuenta de que estaba al alcance, fue grandioso”.

El libro compila todos los números del fanzine Resistencia junto a dos números de Quién sirve la causa del kaos (1985-86), otro fanzine armado en colaboración con Fidel Nadal, del que el fallecido Horacio “Gamexane” Villafañe fue un frecuente participante. No hubo selección alguna; están todos los fanzines tal cual fueron publicados, escritos a máquina, con la diagramación hecha a mano y ese querido blanco y negro que pedía con urgencia ser leído. “Sólo faltan algunas páginas del número uno, que las perdí”, dice. La anécdota habla sobre un episodio en un bar. “Pero lo demás lo conservé en buen estado; tengo un archivo muy grande, así que está todo.” A través de los años, Resistencia contó con colaboradores como Nekro de Fun People y Boom Boom Kid (quien además impulsó la compilación del libro), Martín Sorrondeguy (Los Crudos), Charlie Lorenzi (No Fun Records), Marcelo Pocavida, Gamexane, Pirulo (Rastrillo Records), y “gente que ahora son antropólogos, artistas, personas que viven en otros países”.

Entre los collages de fotos y textos que página tras página aparecen y obligan a detenerse en cada detalle, se encuentran también varias columnas con las que Patricia colaboró para la revista Rebelión Rock en la segunda mitad de los ‘80, y varios de los reportes de escena escritos entre los años ‘85 y ‘91 para Maximum Rock’n’roll, la revista de distribución mundial con base en San Francisco, considerada una de las publicaciones más importantes de cultura punk, no sólo por su amplia cobertura sino por haber sido una presencia ideológicamente influyente y constante a lo largo de tres décadas. “Nosotros en los ‘80 nos la devorábamos. Sorrondeguy, que también escribía desde Estados Unidos, leía sobre lo que pasaba en la Argentina y yo leía qué pasaba en México. Todos nos conocíamos por medio de esa revista.”

¿Cómo te sentiste al revisitar todo ese trabajo?

–La verdad, fue fuertísimo ver cómo iba cambiando mi vida a través de esos años y cómo todo está escrito. Se trata de un período muy productivo en el que me desarrollé en la escena punk rock, ésa que después defenestré en mí y en medio del fanzine. Es decir: están las cosas que me hicieron creer en el punk rock y luego esas cosas que me hicieron tirarlo abajo.

¿A qué cosas te referís?

La violencia de la escena en los años 1987 hasta 1989 me limó mucho. En el libro podés leerlo de primera mano con la calentura del momento: shows frustrados por la violencia, una violación en un recital. En fin, decidí que como no iba a llamar a la policía, mejor me iba. Y me fui a las raíces del punk. Así que en 1990 me junté con otros viejos punks de mirada más crítica y nos sumergimos en el viaje garage-killer-punk-rockero de Cadáveres, con una actitud que indignaba a la escena punk de entonces.

Patricia especifica unas páginas para leer y entender el proceso de transformación: 144, 148, 182 a full y 185, con una precisión que no deja más que hambre de revivir aquellos tiempos tumultosos. Para la presentación de este domingo en el Centro de Investigaciones Artísticas, Patricia planea extender el intercambio de material con actividades participativas, agrupadas con el título “Traé tu punk”. “Mucha gente tiene flyers viejos o grabaciones en casete. Vamos a tener una doble casetera en buen funcionamiento para hacer copias. Si traés un flyer, podemos escanearlo y hacer copias. Tenemos un catálogo con material de audio para cargar en pendrives y se podrá compartir cosas que otras personas traigan en sus discos portátiles”, adelanta Patricia, y destaca un hecho que para ella será muy especial: “Juan Carlos Kreimer donó una nota inédita, escrita en la misma máquina con la que escribió Punk, la muerte joven, y que data de esa época”. La nota se llama “Fanzines: la conexión punk”.

* Domingo 5 en el Centro de Investigaciones Artísticas (Tucumán 3758). A las 17.

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Imagen: Cecilia Salas
 
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