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Domingo, 11 de noviembre de 2007

SALí

El camino de la seda

La sedería de tres pisos, que importa todo desde Europa.

Por Julieta Goldman
El mundo de las telas tiene su gran residencia: se ubica en Barracas y se llama Sedería José. Esta empresa familiar, fundada en 1946 por José Said y con tres generaciones a cuestas, se dedica a la venta de telas al por mayor y menor. El negocio le debe su fama a que trabaja exclusivamente con materiales importados de Francia, Inglaterra, Italia y otros países de Europa. Por eso recorren cuatro veces por año las principales ferias que marcan la moda: Milán, Londres, Estados Unidos y Madrid; y vuelven a casa llenando sus valijas con el anticipo de las nuevas colecciones y pegando los últimos gritos de la moda. De hecho, ya están trabajando para la temporada otoño-invierno 2008 (es un secreto a voces, pero quienes tengan prendas de lana vayan guardándolas para el año que viene).

Sedería José empezó en un pequeño zaguán de la avenida Montes de Oca y terminó agrandándose hasta ocupar el actual edificio de tres pisos con una importante vidriera a la calle. El salón de adelante exhibe las colecciones prêt-à-porter, las más casuales para el día a día, con variedad de telas estampadas, de colores, con flores, a lunares, lisas, a rayas o cebradas. En el salón del fondo está preparado todo lo que es de noche, alta costura, vestidos de novia, de madrinas y de cumpleaños de quince. Hay modelos y opciones para todos los gustos, más excéntricos, más clásicos, con canutillos, géneros planos, bordados, brillantes y opacos. Un equipo de expertos en confección está preparado para contener la sensibilidad o cualquier crisis imprevista que pueda aquejar a alguna novia, quinceañera, madrina o al público masculino, que también tiene su lugar para actualizar el outfit con algún ambo, saco, pantalón o sobretodo.

Según sus dueños, al público argentino le encanta vestirse bien y Sedería José tiende a satisfacer las necesidades de todos sus clientes, tanto al que cae con algunas ideas confusas, creyendo que usar medias con ojotas es fino, como al que llega con un diseño finalizado en su mente, influenciado por algún modelito de Karl Lagerfeld.

Sedería José queda en Av. Montes de Oca 866. Teléfono: 4302-7142.

Labores

Dos súper mercerías todo-terreno

Por J. G.
Las mercerías cada vez se ven menos en los barrios, o suelen pasar inadvertidas por su decoración estándar o por la falta de una vidriera excéntrica. Pero allí están, como un secreto que guarda tesoros ancestrales, y hermosas chucherías.

Denise, histórica mercería de Palermo, mucho antes de que existieran acepciones como las de Soho, Hollywood o Palermo Queens, ofrece todo tipo de cintas, elásticos, botones, hilos, lanas, parches y galones bordados. El botón es una fantasía como cualquier otra, sin embargo cuenta con modelos y precios varios. Y vienen en modelos variados y diversos géneros, de nácar, de cuero, de plástico, de madera, de cuatro o dos agujeros, brillosos, opacos y, según afirma el adalid de esta pequeña tienda, no existen dos botones iguales, a lo sumo muy parecidos. Pero donde reciben la mayor demanda es en trabajos de costurería, y son capaces de encontrar soluciones donde uno cree que no las hay. Nada se tira, todo se transforma. Los arreglos van desde una simple costura hasta dobladillos, forros o reforma de trajes; también afilan tijeras y cuchillos.

En José León Suárez está la tienda homónima a su rubro, La Mercería, empresa que funciona desde 1994 bajo el comando de una familia tipo, madre, padre, hijo y su novia. Todo empezó con el cierre de una fábrica de telas y una vuelta de tuerca más que terminó en este pequeño emporio de opciones numerosas: arreglos de ropa, bordados computados, decoración de cortinados, tintorería, modista y sastre, bijouterie, productos infantiles como catres, moisés o cambiadores, entre otros servicios. Y además dictan todo tipo de cursos insólitos, de vitraux, pintura en madera, macramé, pintura indígena, tejido en dos agujas, bordado chino o porcelana fría. Público masculino preste atención: las alumnas en su mayoría son mujeres.

Denise queda en República Arabe Siria 2984 y La Mercería en José León Suárez, calle Pacífico Rodríguez 7238; para averiguar por sus cursos o contactarse visitar www.lmerceria.com.ar o escribir a [email protected]

Corte y confección

Una escuela de diseño de moda que quiere recuperar la costurería

Por Natali Schejtman
Para aquellos y aquellas que frente a una vidriera que exhibe precios desorbitados y calidades dudosas se hayan propuesto alguna vez hacer sus propias prendas, ésta es una buena oportunidad. Se trata de la Escuela de Diseño y Moda Donato Delego que, entre otras cosas, intenta revalorizar los oficios artesanales brindando carreras cortas, cursos y workshops para aprender a coser, a diseñar, a cortar y también a producir moda, dependiendo de las temáticas. La escuela cumple 50 años y fue creada por Donato Delego, que tenía varias instituciones, llegó a tener 15 mil alumnos por año y registró un sistema propio de alta costura “de corte y medidas directas”: “Esto no sólo tiene que ver con hacer prendas de altísima calidad, sino también con realizarlas sobre la base de medidas tomadas directamente del cuerpo y con tener excelentes terminaciones hechas a mano”, explica Flavia Delego, directora e hija del fundador. La escuela ofrece tanto cursos de alta costura como de prendas informales y urbanas y moldería industrial. También, hay otras ofertas más específicas, como corsetería y lencería, prendas deportivas, trajes de baño, ropa para dormir y computación aplicada al diseño, entre otras cosas, y la cantidad de horas varía de acuerdo con cuán intensivos sean —y con los intereses de los estudiantes—, si bien los módulos son de 4 meses. Según la directora, en estos últimos años se ve una reconstrucción de la industria textil que se destruyó durante los ’90, cuando empezó a optarse por ropa importada al borde de lo descartable. Ahora, al parecer, se están acercando chicas muy jóvenes que empiezan de cero y tienen muchas ganas de aprender algunos saberes manuales que antes se pasaban a través de las generaciones o se aprendían en la escuela, una cadena que se cortó, incluso a pesar del boom del diseño de indumentaria: “Las costureras, las cortadoras, las modelistas, son todos oficios que se están perdiendo. Nosotros tratamos de que se vuelvan a absorber, adaptados también a las demandas actuales”.

Para informes: www.donatodelego.com. Tel: 4787-3917 o 4781-1408, Sucre 2371, 2º Piso.

Polirrubro

Un taller de arreglo de ropa que viene con maxikiosco

Por N. S.
Emparches, ruedos, apliques, achiques y, de postre, un bon-o-bon. Así podría enunciarse el emprendimiento barrial llamado “Ilusión”, de un matrimonio que combina el maxikiosco de él con el taller en el que ella, Rufi, recibe todo tipo de prendas para reparar. Empezó hace 12 años. Antes se había dedicado a la venta de ropa y todavía antes, cuando empezó, se dedicaba a tejer y a vender sus producciones, cuando todavía era más común encontrar tejedoras artesanales en algunas zonas específicas de la ciudad. “Arreglo pantalones, cortinas, armo los bolsos para los instrumentos, con la soguita para cargar. A veces me piden cosas rarísimas, como que arregle sombrillas o alguno trae una ropa muy básica con distintos apliques para que yo se los cosa y quede algo más original”, cuenta Rufi, que trabaja con una máquina de coser recta y una overlock y que no piensa en diseñar ni en meterse nuevamente en la confección, algo que le demandaría muchísimo más tiempo del que ahora le ocupa su tarea, con todos los clientes que tiene. Con un probador bastante bien puesto, el local está compartimentado prolijamente, dejando una vía de paso entre maxikiosco y taller, y el espacio suficiente como para verse las caras por arriba del cerramiento. Rufi menciona que uno de los comentarios fijos de sus clientes es que sus respectivas abuelas ya están muy grandes y tienen la vista deteriorada como para encargarse de esos dobladillos o arreglos, y entonces empiezan a visitarla muy regularmente, dice, mientras muestra un traje de judo al que le agregó una estampa con la bandera argentina, una de sus tantas obras.

Ilusión queda en Lavalleja 391. Los horarios son de 8.30 a 12.30 y de 15 a 20.

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