Cuando el viernes la presidenta Cristina Fernández de Kirchner adelantó desde Santa Cruz que en los próximos días habrá "buenas noticias" sobre la puesta en marcha de la zona franca de Villa Constitución, el gobernador Antonio Bonfatti no fue el único que festejó. El anuncio reaviva el "entusiasmo" para que Santa Fe cuente con un área de "tratamiento aduanero especial", ya que "los productos que ingresen o salgan (de la zona) estarán exentos de impuestos", explicó el presidente del Ente Zona Franca Santafesina, José Marcos Adjiman. El proyecto tiene 20 de antigüedad, y este nuevo empuje abre las puertas a una "plataforma industrial que favorezca sensiblemente a la producción de la provincia".

Todas las provincias argentinas tienen la posibilidad, por ley, de disponer de una zona franca dentro de sus territorios. Santa Fe no es la única que no cuenta con un área de estas características, "hay otras que no la tienen", pero "provincias importantes como Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, tienen la suya". En total, hay diez zonas francas en el país. De esa manera se explica el pedido de Bonfatti a la presidenta. En el horizonte aparecen radicación de empresas, exportaciones, facilitamiento de importaciones y creación de mano de obra. "Si es por comparar, en la zona franca de La Plata se emplea en forma directa 900 personas, además de una cantidad de gente que de manera indirecta está en la zona", consideró Adjiman.

El 45 por ciento del comercio mundial se realiza a través de zonas francas. En ese contexto, Santa Fe se encuentra "apartada de esta realidad mundial", ya que una gama de productos regionales que son destinados al intercambio internacional "deberían merecer un tratamiento especial", como por ejemplo el desarrollo de un área de este tipo. "Es una zona con algunas preferencias aduaneras. Como se puede producir, instalar fábricas, fabricar y transformar productos que se pueden exportar, puede convertirse en una buena plataforma para exportación o importación. Es una forma de agilizar las actividades comerciales", señaló el titular del ente.

El funcionario señaló que las palabras de la presidenta fueron recibidas con "mucho entusiasmo", a la espera de que el anuncio se concrete en la firma de la autorización para adjudicar la zona.

La iniciativa de crear la zona franca santafesina data de 1992. En ese año, el gobierno nacional aportó el marco legal y jurídico y decidió emplazarla en Villa Constitución, en un amplio terreno de 56 hectáreas, privilegiado, a orillas del río Paraná. Pero durante casi veinte años fracasaron todos los llamados a licitación. El último se lanzó en 2010 y fue adjudicado a Zofra Villa, una Unión Transitoria de Empresas (UTE) integrada por las firmas Worcap, Cereales del Sur, Red Flint Warrant y Termonel. La concesión tiene vigencia por 30 años, con una opción de extensión a 10 más. La inversión prevista es de 50 millones de pesos.

Por la explotación de la zona, la Provincia recibirá un canon, el 3 por ciento del valor de todo el movimiento del predio. A medida que lleguen las "buenas noticias" que prometió CFK, se podrá suscribir el contrato definitivo con la UTE, que ya tiene hecha la presentación ad referéndum de la aprobación de la autoridad de aplicación, que es la Nación. "Sería toda una picardía que no se avance sobre un proyecto que está prácticamente listo para iniciarse", razonó Adjiman.

Además de empresas, en la zona franca ("donde menos delitos de frontera ocurren") se deben instalar aduanas, prefectura y todos los elementos de control de comercio. El proyecto presentado por Zofra Villa consta de 11 hectáreas de urbanización, las cuales se construirán en los primeros 18 meses, y una segunda etapa con el desarrollo de una Terminal portuaria.