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Martes, 20 de junio de 2006

SANTA FE

La decisión de Botnia de tomar personal cayó muy mal en Paraná

Así lo expresó ayer el gobernador Busti quien interpretó la
decisión de la pastera como "un intento por acelerar la
contrucción de la planta", cuando el tema se dirime en La Haya.

El gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, interpretó ayer como una "provocación" la decisión de Botnia de tomar más personal para acelerar la construcción de su planta sobre el Río Uruguay, en momentos en que la Corte Internacional de Justicia evalúa el pedido argentino de suspensión de estas obras y que Uruguay habla de "reencauzar" el diálogo con Argentina. "Es una provocación a los pobladores que están al otro lado del río, en la costa argentina, en Gualeguaychú", subrayó Busti en declaraciones radiales formuladas en Buenos Aires.

Agregó que "por más poderosas que sean, las empresas no pueden desconocer la decisión de la Corte de la Haya", a la que Argentina elevó un pedido de medida provisional (cautelar) para que las pasteras Botnia y Ence suspendan por 90 días las obras de construcción de sus plantas, en Fray Bentos, para hacer un estudio del riesgo ambiental.

Botnia anunció que aumentará de 2.500 a 4.500 el número de obreros contratados para la construcción de su pastera, en una reunión que mantuvo con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez.

Hasta el 2 de junio, la pastera finlandesa tenía construido entre el 20 y 25 por ciento de la planta, que se estima consumirá 220 millones sobre una inversión total de 1.000 millones de dólares, según explicó el embajador Raúl Estrada Oyuela, representante especial para Asuntos Ambientales de la Cancillería argentina, en declaraciones a Radio Mitre.

Estrada Oyuela, quien integró el equipo de abogados y técnicos que expuso ante la Corte de La Haya los argumentos argentinos para pedir la suspensión de las obras de Botnia y Ence (España), dijo que "fuera de la chimenea espectacular, Botnia sólo tiene construido un 20 ó 25 por ciento del total de la planta".

"Esto representa una parte menor del total de la inversión, estimada en 1.000 millones de dólares", dijo y recordó que la propia Botnia asumió en un informe que presentó al Estado uruguayo en las audiencias del 8 y 9 de junio último en La Haya, que suspender las obras -como pidió Argentina- le haría perder muchos millones por mes".

Busti interpretó que en Uruguay "las empresas mandan más que el presidente y el Congreso" y que "toman decisiones más soberanas".

Pero dejó claro que "por más poderosas que sean, las empresas no pueden desconocer la decisión de la Corte de la Haya".

El Tribunal de La Haya estudia el pedido argentino de medida cautelar, formalizado en las audiencias del 8 y 9 de junio, y se estima que el fallo se dé a conocer "antes del receso de verano, a mediados de julio", según estimó Estrada Oyuela.

Esta última semana, el gobierno uruguayo comenzó a mostrar señales de querer retomar el diálogo que ellos mismos frustraron al no cumplir lo pactado en Santiago de Chile entre ambos presidentes -Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner-, que no era más que la suspensión de las obras de las pasteras por 90 días.

Este fin de semana, el canciller uruguayo Reynaldo Gargano reconoció que el presidente Tabaré Vázquez pidió que se comenzara a buscar el camino "para retomar el diálogo" aunque condicionó el reinicio de las negociaciones al fallo de la Corte Internacional.

En declaraciones al diario La República, de Uruguay, Gargano dijo que "el esfuerzo que deben hacer ambos gobiernos es tratar de restituir a los argentinos y uruguayos al clima de amistad y buena vecindad que hemos tenido siempre. Es una cosa impensable la tensión que se ha generado".

El canciller uruguayo reiteró la propuesta de un "monitoreo conjunto" de las plantas como el camino para encontrar la "solución" al conflicto generado por la instalación de las pasteras sobre la margen oriental del Río Uruguay, recurso compartido entre ambas naciones y sujeto a un Tratado bilateral firmado en 1976.

Busti no descartó que un acercamiento uruguayo distienda un poco la disputa con Argentina, pero recordó que cualquier avance estará enmarcado en lo que sea el fallo de la Corte.

"Estamos sometidos a la Corte Internacional de la Haya y tenemos que ser muy rigurosos en esto. Yo no tengo información oficial si ha habido avances de un arreglo extrajudicial. Por eso mantengo las posiciones que llevamos a ese tribunal", dijo.

Busti también se refirió al endurecimiento de la posición de los asambleístas argentinos, quienes en los últimos días se mostraron disconformes con la posibilidad de tener que aceptar un fallo adverso por parte del tribunal internacional, en oposición a la postura de la Cancillería argentina.

"Coincido con lo que dice Cancillería", dijo y agregó que lo de los asambleístas "fue un exabrupto de dos o tres de ellos en una reunión que se hizo en un teatro".

"De ninguna manera expresa el sentimiento de la mayoría del pueblo de Gualguaychú y del pueblo entrerriano", sostuvo.

Del mismo modo se pronunció Estrada Oyuela que dijo que aunque el fallo en La Haya sea contrario al interés argentino, no amerita que los pobladores de Gualeguaychú, la ciudad entrerriana más afectada por la instalación de las pasteras, vuelvan a cortar los caminos.

"Cortar los caminos está mal y espero que no vuelva a ocurrir porque no tiene sentido", dijo.

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Mientras aún se evalúa el pedido argentino para suspender las obras, la empresa toma gente. "Es una provocación a los pobladores que están al otro lado del río, en Gualeguaychú".
 
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