La barrabrava de Central actúa sin control en el club y volvió a protagonizar graves episodios de violencia en la institución de Arroyito. En este caso, las víctimas fueron los jugadores Javier Yacuzzi y Carlos Casteglione, agredidos a golpes de puños por los barras al finalizar el partido del domingo ante Douglas Haig, lo que llevó a ambos a expresar ayer el deseo de no volver a jugar con la camiseta auriazul. El presidente Norberto Speciale anticipó para hoy su regreso a la ciudad proveniente de Miami para persuadir a ambos defensores a que revean su decisión. El plantel, entre tanto, entrenará hoy por la mañana en Arroyo Seco, a puertas cerradas, y en la oportunidad el técnico Miguel Russo dialogará en privado con los futbolistas en conflicto para despejar dudas sobre la permanencia de ambos. El técnico, a su vez, pondrá en juego su labor al frente del plantel en el partido del domingo en Misiones, donde los auriazules visitarán a Crucero del Norte.

Los barras de Central agredieron el domingo por la noche a Yacuzzi y Casteglione en el playón del estacionamiento, hecho que fue registrado por las cámaras instaladas recientemente en el estadio canaya. Pero sin denuncias de las víctimas, la Justicia solo podrá actuar de oficio, en el marco del expediente abierto por las agresiones físicas que los barras le propinaron a un colaborador del cuerpo técnico de Independiente Rivadavia de Mendoza dos semanas atrás, incidentes en los que intervino Gonzalo Belloso, el cual luego renunció a su cargo de manager tras ser denunciado.

"Estoy evaluando no volver a jugar en Central. Mañana (por hoy) lo voy a definir", reconoció Casteglione. Yacuzzi también consideraba ayer una rescisión de contrato con el club: "Mi familia me pide que no vaya más a Central", expresó el defensor al canal de cable TyC Sports. "La barra tiene acceso a las instalaciones del club", lamentó Yacuzzi.

La barra canaya recuperó rol protagónico en la entidad con la actual gestión. El líder Andrés "Pillín" Bracamonte asiste a los entrenamientos, ofrece presencia intimidante en las asambleas y accede a zona restringida del Gigante, como ocurrió en los disturbios sucedidos tras el empate con Independiente Rivadavia. Pero ahora los violentos descargaron su furia con sus propios jugadores, situación que no tiene antecedentes.

Con Speciale de viaje en Estados Unidos, el club quedó al manos de los vicepresidentes Julio Colabianchi y Rubén Fernández, quienes no tienen mayor ascendencia en la toma de decisión. Por lo cual Yacuzzi y Casteglione esperan para hoy encontrarse con el presidente, quien adelantó su retorno al país ante la gravedad de lo ocurrió el domingo en el estadio. Entre tanto, ayer Speciale dialogó por teléfono con Sergio Marchi, titular de Fútbol Argentinos Agremiados, para garantizar la seguridad de los jugadores en la práctica de esta mañana, lo que alienta las posibilidades que tanto Yacuzzi como Casteglione no exijan la rescisión de sus respectivos vínculos.

La temporada pasada la barra de Central atacó en el estadio al cuerpo técnico de Defensa y Justicia, y en condición de visitante viene de robarle a la barra de Patronato una bandera que disparó enfrentamientos entre las hinchadas en el partido que se jugó recientemente en Paraná entre los primeros equipos de ambas instituciones.

El futuro de Russo, en cambio, depende de lo que suceda el domingo en Misiones, donde Central visitará a Crucero del Norte. El partido se jugará a las 11 de la mañana --será televisado por Canal 7-- y mostrará en la formación canaya más de una variante, ante el flojo rendimiento defensivo del equipo ante Douglas Haig y el regreso de Jesús Méndez al mediocampo tras cumplir una suspensión.