Sucesor del polémico "Cristo vence" (que generó un fuerte intercambio de ideas entre el cardenal Jorge Bergoglio y el por entonces presidente Néstor Kirchner), el reciente "La violencia evangélica" tendrá su presentación el próximo domingo en Ross Centro Cultural. Segundo tomo de la trilogía con la que el periodista e investigador Horacio Verbitsky aborda la Historia Política de la Iglesia Católica en Argentina, el libro se concentra en el período que va de 1955 a 1969, dejando así las puertas abiertas a un tercer volumen que irá hasta la recuperación de la democracia en 1983. El acto de lanzamiento, que se realizará a las 19 en el espacio de Córdoba 1345, contará con la presencia del autor y la participación del periodista José Maggi.

Según explicó Verbitsky durante la presentación del primer tomo, en abril de 2007, en la Feria del Libro de Buenos Aires, el proyecto de ahondar en el rol político de la Iglesia surgió en medio de una entrevista que le realizara al oficial naval Antonio Scilingo, quien le confirmó que el método de arrojar personas con vida al mar había sido aprobado por la jerarquía eclesiástica por considerarla "una forma cristiana y poco violenta de muerte". A partir de allí, sus investigaciones dieron lugar a "Cristo vence", tomando como punto de partida el año 1884.

Respecto a esta segunda publicación, el propio autor apuntó: "(Eduardo) Lonardi trajo la ilusión de una nueva Cristiandad que fusionara política y religión. Pero el abismo con el pueblo que produjo el golpe contra Perón amenazó la razón de ser de la Iglesia. Muchos sacerdotes se acercaron a los trabajadores y algunos obispos a la dirigencia sindical. Pese a la renovación conciliar, el cardenal Caggiano santificó la dictadura de Onganía. El Vicariato castrense, Meinvielle, Genta, Sacheri y la Cite Catholique francesa adoctrinaron a las Fuerzas Armadas para la cruzada represiva contra la soberanía del pueblo. Los sacerdotes del tercer mundo fueron de la pastoral a la acción política. La jerarquía juró participar en el proceso de liberación con `la violencia evangélica del amor`. Pero asustada por el Cordobazo se encerró con las Fuerzas Armadas en la fortaleza del nacional﷓catolicismo, asediada por la modernidad y la revolución".