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Domingo, 7 de febrero de 2010

CULTURA / ESPECTáCULOS › YA FUNCIONA EN ROSARIO LA AGRUPACIóN EL QUBIL DE FOMENTO A LA MúSICA

Un espacio en común para las bandas

Artistas locales pusieron en marcha este nucleamiento para sobrellevar la falta de regulaciones y contención que deben afrontar muchos de los músicos que recorren el circuito regional. Una apuesta a la construcción colectiva.

 Por Edgardo Pérez Castillo

Asociados primero a la Unión de Músicos Independientes (Umi), algunos artistas de la ciudad comprendieron la necesidad de que la información allí obtenida (relacionada con la facilitación de los mecanismos de producción, difusión, distribución y circulación de la música en vivo de los proyectos autogestionados) estuviera al alcance de las bandas y compositores de la ciudad. Así, comenzaron a darle forma a El Qubil, agrupación que acaba de lograr su personería jurídica y que tiene una participación activa en las reuniones que llevan adelante asociaciones similares en todo el país, agrupadas en la Federación Independiente de Músicos de la Argentina. Por estos días, desde allí se impulsa la difusión del proyecto de la Ley Nacional de Música (ver recuadro), mientras que en Rosario los integrantes de El Qubil van avanzando en la construcción de un espacio que permita sobrellevar las dificultades propias de la ciudad.

En esencia, esas problemáticas están vinculadas con la falta de regulaciones y contención que deben afrontar muchos de los músicos que recorren el circuito local. A la falta de interés que demuestra el gran público en torno a las propuestas surgidas en la ciudad, se suman obstáculos que, en muchos casos, pueden ser solucionadas a través del esfuerzo colectivo y, claro, la puesta en común de determinada información. Así lo entiende Andrés Abramowski, presidente de El Qubil: "Para mí el eje es la información. Que fue el descubrimiento de los músicos independientes en la última década, saber que las cosas se pueden hacer más allá del discurso imperante. Saber que podés cobrar Sadaic, y cómo hacerlo. Empezamos a funcionar también en materia de los servicios, que tiene que ver con la génesis de este tipo de instituciones. Que no son otros servicios que aquellos que, entre muchos, podemos conseguir a mejor precio. Ese es el servicio que prestamos por ahora, pero después está todo abierto. Las organizaciones son cuestiones dinámicas que trabajan sobre las necesidades que se van planteando. Cuando uno se agrupa con otros es para dar respuestas a los tiempos que le tocan vivir, entonces está bueno que las cosas te agarren organizado. Sobre todo porque lo que más nos puede potenciar a todos nosotros es la circulación de la información. La carrera que desarrolla cada músico es propia, pero se pueden generar mejores condiciones colectivamente, eso es algo que aporta. Todo pasa por la información".

Y si bien en Rosario se han generado diversos movimientos que buscan agruparse como mecanismo para sortear obstáculos puntuales, El Qubil es el único que ha demostrado auténtico interés por una construcción colectiva que vaya más allá de los intereses particulares, según distingue Daniel Pérez, vicepresidente de la agrupación: "En un punto es difícil que esas agrupaciones que van y vienen se despeguen de una necesidad propia. Muchas de esas agrupaciones que surgen lo hacen porque no pueden tocar en ningún lado, entonces lo colectivo se supedita a las necesidades individuales de la gente que forma la agrupación. En el caso de El Qubil, nosotros ya tocamos, ya editamos discos (NdR: Pérez es el cantante de Los Sucesores de la Bestia, mientras que Abramowski hace lo propio en El Regreso del Coelacanto), y por el sólo hecho de ser socios de la Umi no necesitaríamos de El Qubil. Pero tanto la Umi como El Qubil tienen un concepto de construcción a largo plazo. Intentamos lograr un mejor panorama general, para los que estamos tocando hace muchos años, para los que recién arrancan y para los que van a arrancar".

"Nosotros no tenemos una visión que tenga que ver más con el reclamo al Estado -remarca Abramowski . La sociedad va mucho más allá del Estado, hay que terminar con esas cuestiones que tienen que ver con el régimen presidencialista unitario, que el que está ahí decide por vos y si es malo hay que tumbarlo. Yo quiero hacer música, y éso no tiene que depender del que gobierne sino de un montón de factores, de mucha gente, del público. En ese sentido con las otras asociaciones que aparezcan habrá que ver qué proyectos se pueden compartir".

En las próximas semanas, El Qubil recibirá en la ciudad a los miembros de las restantes agrupaciones nucleadas en la Fima, con la intención de coordinar el trabajo que permita impulsar el tratamiento del nuevo proyecto de la ley nacional de la música. "Es una Ley novedosa, porque está planteada con un carácter federal y con la participación de los beneficiarios en la gestión y distribución de los recursos. El eje es la creación del Instituto Nacional de la Música, que no repartiría dinero, sino vales para la producción. Esta Ley está inserta en la intención de otro tipo de política. La política actual no está preparada para que los derechos y beneficios sean controlados también desde abajo", explica Abramowski. En paralelo, la labor puntual sobre problemáticas inherentes a la ciudad sigue tratándose en las charlas abiertas y debates que El Qubil (www.elqubil.blogspot.com) propone mensualmente, siempre con el objetivo de colaborar en la construcción de un contexto que favorezca a la producción musical.

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El Qubil promueve la difusión de la información que necesitan los grupos independientes
 
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