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Domingo, 5 de septiembre de 2010

CULTURA / ESPECTáCULOS › INTERVENCIóN URBANA DE 12 MINUTOS CON LA COREOGRAFíA DE LA MACARENA.

Dale a tu cuerpo alegría y sorpresa

Natalia Operto y Andrea Cantore son las gestoras de "Simplemente dar" (simplementedar.blogspot.com) el proyecto de intervenciones artísticas/masivas en espacios cotidianos de la ciudad de Rosario. Las convocatorias son vía web.

 Por Melina Torres

"Nos estamos preparando para una nueva intervención". Así empezaba el primer mensaje de la serie de correos electrónicos. Luego vendría otro indicando hora y lugar de ensayo. Otro con un video y una coreografía que estimulaba a la danza y finalmente aquel con los datos precisos donde se realizaría la intervención urbana: Una coreografía de doce minutos en la peatonal. El objetivo de la propuesta es tan simple como extravagante, intervenir el espacio público con una danza, generando una suerte de sorpresa en el paseante que se convierte en espectador de un suceso que no esperaba.

Natalia Operto y Andrea Cantore son las gestoras de "Simplemente dar" (simplementedar.blogspot.com) el proyecto de intervenciones artísticas/masivas en espacios cotidianos de la ciudad de Rosario. Este viernes se llevó a cabo Festicalle la cuarta intervención realizada por este proyecto. Las demás se realizaron el año pasado. Todas las acciones comparten las mismas características: Suelen convocarse a través de medios telemáticos (celulares e internet) y de boca en boca, son efímeras y buscan la sorpresa del espectador. La intervención estaba prevista para el jueves 2 de septiembre, pero la lluvia hizo que todo se modifique a último momento: Facebook, correos electrónicos y mensajes de texto indicaban que la cita se trasladaba para el día siguiente. Así es como el viernes, exactamente a las 17.35, la banda Los Extranjeros (invitada especialmente para esta ocasión) comenzó a tocar el hit "La macarena" y algunas personas empezaron a realizar los conocidos pasos que acompañan la canción. Fueron primero dos, tres, cuatro. Cada vez se sumaban más personas a la coreografía. "Parece como planeado", dijo una señora con un bolso de compras en la mano mirando atónita la situación.

Sí, estaba todo calculado. La idea era llegar a las cinco y media en punto, hacerse pasar por peatones, circular y cuando sonara la música hacer el mismo baile que se había ensayado previamente. Como en las acciones anteriores, Natalia y Andrea lanzan la invitación para realizar una intervención en la calle, luego la propuesta se extiende como una bola de nieve que crece de boca en boca, de mail en mail, de mensaje a mensaje. "Las convocatorias son totalmente abiertas y no hacemos distinción por sexo, edad ni condiciones artístico expresivas", comenta Natalia. "Están invitadas a participar todas aquellas personas que compartan los objetivos grupales del trabajo en equipo, del respeto, de las ganas de divertirse. La invitación la realizamos utilizando la herramienta de Internet y el boca en boca. No utilizamos los medios masivos tradicionales de difusión para que no deje de ser una sorpresa para el que pasa por el lugar".

Esta metodología genera que la mayoría de las personas que forman parte de la intervención no se conozcan entre sí. Sólo las aúnan las ganas de divertirse y de ser parte de algo diferente; por eso el modo de trabajo "que implica dos ensayos masivos" es también un puente para que quienes participen se presenten y se vaya conformando un equipo.

Los ensayos, para esta ocasión, se realizaron los dos sábados anteriores en un gimnasio ubicado en el centro de la ciudad. La postal era totalmente atípica: Madres con sus hijas, grupos de adolescentes y señoras aprendiendo los pasos de una coreografía bastante simple de aprender. Porque esa era la idea, soltarse y divertirse por un rato, ya que cualquiera puede seguir los pasos. "En los encuentros previos y en las convocatorias remarcamos que no hacemos esto para lucimiento de nadie, sino para recuperar algo que muchas veces está medio tapado por el devenir diario, y es la posibilidad de disfrutar de un momento concreto. Unos minutos de música y movimiento pueden transformar tu día", comenta Andrea.

Si bien Natalia y Andrea no inscriben estas acciones dentro del fenómeno mundial llamado Flashmob "traducido literalmente del vocablo inglés como multitud instantánea", sí comparten con este fenómeno varias características similares, entre ellas las de ser una acción organizada en la que un grupo de personas se reúne en un lugar público para algo hacer inusual y luego se dispersa rápidamente. La Festicalle culminó haciéndole honor a su nombre, como una fiesta sorpresa a la tarde en plena peatonal. Luego de la coreografía la banda tocó algunas canciones más, entre ellas "Fiesta" de Rafaela Carrá, y los peatones reaccionaron de forma divertida y espontánea sacando fotos con sus celulares y dejándose seducir por los ritmos contagiosos. Al fin y al cabo, como dicen sus mentoras: "Danzar en la calle es de alguna manera volver a nuestros orígenes. El bailar es parte de la vida, es propio del ser humano; es una forma gratificante y extraordinaria de expresarse y de comunicarse".

De esto no caben dudas, simplemente hay que disfrutar de esa energía que fluye cuando el cuerpo se libera de las ataduras del día a día y se entrega a la danza y a la música como si no importara nada más.

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Viernes, 17.35. La banda empezó a tocar y los bailarines comenzaron con su trabajo.
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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