rosario

Sábado, 12 de agosto de 2006

CONTRATAPA

Mis pies, mis uñas, Borges

 Por Gary Vila Ortiz

Alguna vez, hace tiempo, pero no a lo lejos, discutimos amigablemente con Willy Harvey, un breve texto de Borges, "Las Uñas", que se encuentra incluido en "El Hacedor". A mi el texto, ignoraba porque, me molestaba. A Harvey le interesaba saber ese por qué. La charla fue rica en connotaciones. Ahora el texto, esa pieza como diría Borges, me gusta y mucho; creo que aquel malestar fue como premonitorio (ya diré de que); además la relectura de este libro nos llevaría a otras preguntas. Pero por otra cosa y no las uñas. Creo que ya he contado que en una charla que dio aquí en Rosario Quita Ulla, Dijo que Bioy Casares, cuando Borges lo llamó para despedirse, su amigo le dijo qué como era posible que se fuese a morir a Suiza, que él tenia que morir en Buenos Aires. La respuesta fue breve; "¿Que querés que haga? Me lleva Maria" Es en "Las Uñas" que Borges pensaba su fin en la Recoleta. Dice al final de su pieza (que consta de 18 líneas): "Cuando yo este guardado en la Recoleta, en una casa de color ceniciento provista de flores secas y de talismanes, continuarán su terco trabajo, hasta que los modere la corrupción. Ellos, y la barba de mi cara.". Ellos son los dedos de los pies de Borges a los que no les interesa otra cosa que emitir uñas: laminas corneas, semitransparentes y elásticas para defenderse ¿De quien? Brutos y desconfiados como ellos solos, no dejan un segundo de preparar ese tenue armamento".

Dije que aquel malestar que me hizo polemizar con Willy Harvey, era por algo premonitorio. Mis uñas como las de Borges, siguen creciendo, pero están tan torcidos los dedos que no hacen otra cosa que pelearse entre ellos, algo así como una particular guerra civil y en ocasiones hacen que caminar sea poco menos que una tortura. La que trabaja con precisión es la osteoporosis, acaso una forma de las corrupción, que incluso ha hecho que mi altura haya disminuido con lo años en unos cuantos centímetros. Si las cosas siguen así y yo vivo, como deseo, hasta después de los noventa, a esa edad me tendrán que ver con una lupa o, como en un relato de Howard Fast, podrán darme un golpe mortal con esos matamoscas que se usaban antes y que eran eficaces y quizás menos nocivos que los productos químicos que usamos hoy día.

Cuando Gardelli terció en el tema se fue de Borges a Frutero y su "Canto al dedo gordo del pie"; "Maravilloso el pulgar, y justa la teoría plural de sus halagos, pero entre los dedos tu eres el Hércules, el dedo y el dedazo entre todos los dedos...". Llegamos a la conclusión que en efecto los dedos son misteriosos, tanto los de la mano como los de los pies. Drácula es más misterioso aun; tiene crecida, como corresponde a un muerto de siglos, las uñas de las manos, pero no la de los pies, que son de las que hablan tanto Borges como Frutero. Alguien, pero no era Gardelli ni Harvey, ni quien escribe esta memoria, se agrego a la charla y aseguro que Drácula fue el inventor del alicate, pues debía necesariamente cortarse aunque mas sea un poco las uñas del pie.

Después llego al atardecer y fuimos a tomar un café en un café que ya no existe. A la mesa se sumo Wilfredo Aliana con quien discutimos uno de los textos del libro de Borges, el dialogo entre Facundo y Rosas. Yo pensaba que dejando de lado las precisiones históricas que pueden discutir que Rosas mando a matar a Facundo, el texto es bellísimo, como lo son las otras "piezas" del mismo libro. En aquella edición, la primera (que es de 1960), no estaba un breve prosa que se agrego posteriormente, la última del libro In Memoriam J.F.K, que por cierto no podía estar en la primera: Kennedy aun no había sido asesinado. No he leído sobre el motivo de ese agregado, pero no creo que haya sido Borges quien decidió incluirlo. Kennedy asumió en 1960 y lo asesinaron en 1963. ¿Por qué la inclusión de texto que no corresponde a la primera edición de El Hacedor? Lo ignoro, descarto motivos comerciales y creo que ha Borges no se le podría agregar algo con otra fecha. El epílogo y el prólogo están firmados en 1960. En la edición de las primeras obras completas, luego en las que hizo hacer Maria Kodama, en un par de ediciones inglesas que he consultado, en una reciente reedición de las obras de Borges y Bioy Casares, el criterio aplicado es lo mismo.

Me molesta, es algo que no debería tener importancia pero me preocupa que en un libro de 1960 se agregue un material que tienen que haber sido escrito o a fines del 1962 o en 1963. No he encontrado, por otra parte, el lugar donde se puede haber publicado originalmente (pero es probable que se lo haya hecho, en alguna revista o diario). De cualquier manera el texto sigue incluido en la sección "Museo" del libro.

Tiene El hacedor algunas obras que mas siento cercanas a mi profano entendimiento. El admirable "Everything and Nothing", "El testigo", "Borges y yo", "Arte poética", "El poema de los dones", "Ajedrez" (esos dos poemas en los cuales el uso de los adjetivos tiene una plenitud tal que pienso que es difícil que alguien la haya superado); "La lluvia", "Mil novecientos veintitantos" y en la ya mencionado sección "Museo", la versión breve de "Limites", que Borges atribuye a Julio Platero Haedo y "Cuarteta".

Borges expreso su particular preferencia por este libro. Escribe: "Allá por 1954 empecé a escribir textos breves; ejercicios y parábolas. Un día, mi amigo Carlos Frías, de Emeé, me dijo que necesitaba un libro nuevo para la serie de mis supuestas "Obras Completas". Le dije que no tenía ninguno, pero Frías insistió. Todo escritor tiene un libro dijo. Solo necesitaba buscarlo. Un domingo, revolviendo en los cajones de casa, empecé a descubrir poemas y textos en prosa que en algunos casos se remontaban a la época de mi trabajo en Critica. Esos materiales dispersos ﷓organizados, ordenados y publicados en 1960﷓ se convirtieron en "El Hacedor". Para mi sorpresa, ese libro ﷓que mas que escribir acumule﷓ me parece mi obra más personal, y para mi gusto la mejor. La explicación es sencilla: en las páginas de "El Hacedor" no hay ningún relleno. Cada pieza fue escrita porque si, respondiendo a una necesidad interior...".

Algunas precisiones sobre algunos de los trabajos incluidos en "El Hacedor". "Dreamtigers", "Las Uñas", "Los espejos velados", en Crítica, en 1934, con el seudónimo de Francisco Bustos. Esas piezas se publican, con el nombre de Borges, en 1936, en "Destiempo". Se agrega "Dialogo sobre un dialogo; en Sur se publican "Mutaciones y "Paradiso XXI, 108" en el año 1954; "Inferno, I, 32", en "Ciclón", de La Habana, en mayo de 1955 y "Adrogue" se publica en el suplemento literario de La Capital, en el mismo 1960 poco antes de la aparición del libro. Roy Bartholomew supo hablarme y regalarme una edición limitada del mismo poema, anterior también al libro. Mi memoria recuerda, pero no puedo en este momento confirmarlo, de una publicación de "La lluvia" en el Boletín de la Academia Argentina de Letras y de "Ajedrez", en un número de El Hogar, pero no de la época de "Textos Cautivos" sino bastante posterior.

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