¿Borrando la memoria?

Hace casi cuarenta años se produjo en la región argentina el golpe de Estado cívico militar más cruento de la historia. Activistas sindicales obreros, estudiantes, militantes barriales, en luchadores sociales contra las injusticias y atropellos del sistema del capital mercancía fueron secuestrados, torturados y desaparecidos por las fuerzas que tomaron el control formal a partir del 24 de marzo de 1976.

Aniquilaron 30.000 vidas, obligaron al exilio a miles de mujeres y hombres que aspiraban a construir una sociedad diferente a la erigida por las elites de explotadores dominante.

Con un claro espíritu revanchista y un evidente odio de clase, característico de la burguesía pretenden borrar las evidencias del Terrorismo de Estado. El actual ministro de Salud, ha decidido eliminar el nombre de una de las emblemáticas Madres de Plaza de Mayo. El Hospital Nacional en Red, ha dejado de llamarse Laura Bonaparte.

El funcionario del gobierno nacional es un émulo del dirigente metalúrgico de los años 60 Augusto Timoteo Vandor, de triste memoria por sus alianzas con las patronales expoliadoras. En efecto A.T.Vandor fue el autor intelectual que la Plaza que recordaba a los obreros revolucionarios de la heroica huelga de Enero de 1919, no llevara el nombre de Mártires de Enero del 19.

No son pocos los que anhelan los años de impunidad de los genocidas, muchos también que no estamos dispuestos a perdonar, olvidar o reconciliarnos.

Por más que maniobren no podrán borrar la memoria de las luchas del pueblo. No podrán ocultar los asesinatos, torturas, desapariciones ni los arrebatos de identidad a cientos de niñas y niños nacidos y por nacer.

Un jalón más que indigna. No podemos permanecer indiferentes.