Fundación de APDH

En una entrevista hecha por José Maggi, publicada el 8 de mayo pasado, con el título Un cómplice escondido entre los trenes, el señor Juan Jaureguiberry me menciona como integrante del grupo fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). El motivo de la presente es aclarar que esa afirmación es equívoca.

En la época que Juan ubica los hechos que relata muchos de los docentes de la Facultad estábamos preocupados y atentos por la situación general que se vivía y, en particular, ante las noticias sobre desapariciones y allanamientos de moradas de compañeros, en especial de los Departamentos de Física y de Matemática (yo me desempeñaba en este último). Al respecto debo mencionar que acompañé y cubrí, junto a otros muchos, a compañeros perseguidos, allanados o retenidos para ser interrogados (entre ellos el doctor Miguel Ferrero y no Ferraro como lo recuerda Juan) pero no tuve participación en la creación de la APDH.

Entiendo que la decisión de fundar la APDH conlleva un mérito muy

especial que, por lo ya mencionado, no me corresponde compartir; deseo

que quienes me conocen, y particularmente mis compañeros de entonces, no

piensen que me apropio indebidamente de tan valiosa acción.

Carlos Meritano