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Domingo, 17 de agosto de 2014

OPINIóN › PANORAMA POLITICO

El año que viene

 Por Pablo Feldman

A un año del comienzo del calendario electoral, algunas cosas ya parecen definidas. Con un mayor grado de certeza el partido que gobierna la provincia y las principales ciudades tiene ya seleccionados sus candidatos. En la oposición, la primera fuerza que encarna el peronismo se muestra vacilante, sin un liderazgo definido, con posiciones contradictorias pero con la vocación por el Poder intacta, lo que más temprano que tarde provocará una convergencia, tal vez no absoluta, pero que de todos modos le permitiría disputar con chances los comicios del 2015. El tercer grupo en discordia el PRO, que quedó segundo y muy cerca en las elecciones de 2011 y que se ilusiona con la reedición de ese escenario probablemente irrepetible.

Entre las cuestiones que restan decidir está el desarrollo de las cuatro elecciones que por imperio de la ley deberán dirimirse en un lapso que no superará los cuatro meses.

Está reservada al Gobernador la facultad de determinar el cronograma provincial y decidir si las elecciones para cargos en Santa Fe se desarrollaran en forma completa (esto es primarias y generales) o intercaladas con las dos nacionales del mismo tenor.

Como antecedente cabe recordar que en 2011 el entonces Gobernador Hermes Binner optó por separar las cuestiones provinciales de las contiendas nacionales.

Si bien Antonio Bonfatti no se ha manifestado, y tal vez siquiera tenga todavía una decisión tomada, ese antecedente y los resultados obtenidos entonces conducen a pensar que en 2015 terminará ocurriendo lo mismo.

Lógicamente habrá consultas a la oposición, pero la decisión tendrá un claro sesgo político, al calor de las encuestas y los movimientos que se vayan dando en lo que resta de 2014 y el verano que viene.

La disputa en Santa Fe tendrá protagonistas de alto nivel de conocimiento en el electorado que irán "por la suya" más allá del apoyo de dirigentes con mayor trayectoria que a su turno también bajarán a la arena. Hermes Binner y Carlos Reutemann serán candidatos en las elecciones nacionales, el primero aspira a la Presidencia de la república, el segundo a renovar su banca en el Senado, o en el peor de los casos a diputado nacional.

Ambos ex-gobernadores pasaron los 70 años y sus destinos parecen alejados de Santa Fe.

No hay perspectivas de otro mandato para ninguno de los dos, mas allá de que ambos coinciden en la convicción de que lo conseguirían, aún derrotando al otro. El duelo directo Reutemann-Binner, que nunca se dio, parece que tampoco se dará.

La lejana probabilidad de que Binner acceda a la presidencia y posibilidad de que sea el candidato del FAP (y tal vez UNEN también) ha llevado a pensar a colaboradores cercanos al actual diputado nacional en su regreso a la provincia. Sin embargo, aunque pudiera pensarlo, Binner no lo ha manifestado y más aún, fue él quien lanzó prematuramente la candidatura de Miguel Lifschtiz, sin dudas la mejor instalada al día de hoy. El ex﷓intendente y actual Senador por Rosario, recorre incansablemente desde que asumió su banca cada uno de los pueblos y ciudades de la provincia, más allá de los límites del departamento. Y en todos lados donde arma reuniones, sea con propios socialistas, radicales, demoprogresistas o independientes, no deja la más mínima duda de que será el candidato y, en su fuero íntimo que será el Gobernador. "Hermes no vuelve a Santa Fe por ninguna razón" le dijo a este cronista una de las más altas autoridades del gobierno provincial. "Ni que sea el Lole el unico candidato del PJ" avanzó en una hipotesis posible pero improbable. Es que más allá de la historia de los dirigentes, el presente marca que dentro del socialismo el número uno en el ranking de imagen positiva ha dejado de ser el ex-goberndor.

Reutemann, en cambio se ha ofrecido como prenda de unidad hace unos días, al mismo tiempo que Sergio Massa lo contaba como tropa propia en su armado nacional, y por ende en Santa FE. Pero Lole, fiel a su estilo, le hizo saber que primero esta él, después la patria y después el movimiento. Dijo en Santa Fe, a la misma hora qe Massa en Rosario lo cobijaba, que "voy a trabajar por la unidad del peronismo en santa Fe" cerrándole la puerta al Frente renovador que insinúa no ir dentro de la estructura del PJ. Nadie que haya vivido en Santa Fe desde la irrupción en la política del ex﷓piloto de fórmula uno debería sorprenderse por el orden de prioridades del Senador.

Su rechazo a la candidatura presidencial cuando el peronismo lo convocó fue una impiadosa demostración de criterio político. Lo que "vio", o el "choque de trenes", o lo que fuera que lo hizo desistir de competir hace más de una decada se traslada hoy a su mecánica política.

Si quisiera podría ser el candidato a Gobernador, y más allá de que llegaría al cargo con 73 años a punto de cumplir, no es ese el elemento que lo lleva a autoexcluirse, tanto que será candidato a una banca en el Senado (por tercer periodo consecutivo) o a diputado nacional.

EL FAP

En el Socialismo, socio mayritario del FAP, las cosas parecen acomodadas. El candidato a Gobernador será Lifschitz, y Mónica Fein irá por la reelección en Rosario. Resta saber hasta qué punto las aspiraciones de Ruben Giustiniani lo pueden llevar a una interna con resultado cantado, lo mismo que en rosario Miguel Zamarini, que empapeló buena parte de la ciudad pero que sabe que su destino -nada malo, por cierto- es renovar su banca en el concejo. Lo demás, pasa por saber qué pretensions tienen los socios radicales, ubicuos y bien atendidos por el PS, el sector que lidera Pablo Javkin con Carlos Commi, y las módicas pretensiones del PDP. Lo que está claro es que si hacen interna, ésta será para todos los cargos, desde el Intendete hasta el concejal de la más recóndita localidad de la provincia. Es lógico pensar, por tanto, que se llegará a un acuerdo como siempre.

Los radicales no frentistas, o en todo caso que no se alían con el PS están en la disyuntiva de seguir a Mario barletta que se reunió con Miguel Del Sel con el pretexto de hablar de Unión y Colón, o buscar su lugar bajo el sol, cerca de Miguel Lifschitz. El que no parece tener dudas es Jose Corral, Intendente de Santa Fe, el radical de mayor proyección cuando pase el 2015, que irá por su reelección.

En Rosario, Jorge Boasso que es el dirigente con más votos de la UCR está cnversando con el Pro, con la gente de Massa y con otros sectores como el que encabeza Martín Rossua, que no parecen cómodos con el pretendido liderazgo de Barletta, y no por cuestiones ideológicas o de pensamiento, sino por los modos y actitudes del ex﷓rector de la Universidad del Litoral, que evidentemente ha trasladado mucho de esa experiencia al terreno de la política mayor. Y como todos saben; no es lo mismo jugar en cancha chica (futsal) que en cancha grande grande.

El peronismo.

El calificativo de "equilibrista del oeste" que desde esta misma columna algunos años atras molestó a Omar Perotti, hoy puede transofrmarse en un elemento vital para definir su candidatura.

El diputado que encabezó la lista de legisladores nacionales que armó Crisitna de Kirchner para que la acompañara en los comicios de su reelección, es hoy un dirigente que puede erigirse en candidato a gobernador del peronismo santafesino. Esa equidistancia de la que el ex-intendente de Rafalea ha hecho un arte, lo posiciona como el más potable para los diferentes sectores del peronismo. Algo parecido ocurre con Maria Eugenia Bielsa, de gran consideración ante la opinión pública, pero con manfiestas dificultades a la hora de la construcción política dentro del PJ. Su renuncia temprana a la banca de diputada provinicial dejó en evidencia, que más allá de sus convicciones -recnocidas por propios y extraños- la política requiere de otros elementos que no siempre están presentes en un dirigente con pretensiones de liderazgo. De todos modos, el peronismo no deberia "perderse" a la ex﷓vicegobernadora, y en ese sentido, una vez más el equilibrio de Perotti permite que se muestren juntos, en distintas actividades. Lo que si, en algún momento deberán definir cuál es el futuro de ambos. Para el rafaelino el escenario ideal es la Bielsa "traccionando" como candidata a Intendente de Rosario, y ya que está, para pedir todo, a Alejandro Ramos como eventual candidato a vice. Un hombre del sur para acompañar al vaquero del far west. Pero al parecer, Ramos tiene otros planes, aunque kirchneista varietal, el ex-intendenete de Baigorria tiene una muy buena llegada al foro de intendentes peronistas, donde hace valer su rol de secretario de estado que evidentemente ha mejorado la calidad de vida en muchas localidades de la provincia a través del acceso la obra pública financiada por la nación. Pero Ramos es joven, sabe que el kilage tanto de Perotti como de Bielsa es superior y estaría dispuesto a diseñar una estrategia común.

Lo que resta discutirse, y en ese sentido no hay urgencias, son los alineamientos a nivel de candidatos nacionales. Perotti en eso no tendría mayores dificultades, Bielsa tampoco.

La presencia o no de Reuteman no debería incidir en las decisiones. Probablemente sumaría a la estrategia, más aún si las elecciones desdobladas marcan una brecha entre las provinciales y las nacionales. Reutemann sólo se calza la campera bordeaux si se juega una candidatura. En otras elecciones, y en el mejor de los casos su presencia fue más que nada "protocolar. Y no hay razones para pensar que el año que viene las cosas seran diferentes.

Ya es tiempo que las "jóvenes promesas" den lugar a los dirigentes que asumen compromisos, y toman riesgos. Es que para llegar a la meta, o al menos intentarlo hace falta algo más que equilibrio.

El PRO

Peronistas Reutemistas Organizados. Una de las variantes de una sigla que define al partido de Mauricio Macri y que pocos conocen en su verdadera definición. El cronista no la consigna no sólo por temor a equivcarse, sino porque en Santa Fe, la acepción que encabeza éste párrafo parece más aecuada, basta revisar la historia o seguir los movimientos del estratega y diputado Federico Anglini, el concejal Carlos Cardozo, la también legisladora Alejandra Vucasovich o el mismo Spinozzi. Con ellos, el capocómico Miguel Del Sel, que deja su banca en el Congreso de la Nación para dedicarse a la campaña de Gobernador, evalúan cómo posicionarse en un escenario claramente diferente al que se dio en 2011, frente a dos ofertas de signos partidiarios diferentes pero concepciones políticas compatibles. Una cosa era para Del Sel enfrentar al jefe de gabinete del gobierno socialista y al Presidente del bloque de diputados del Kirchnerismo, y otra diferente sería hacerlo contra Miguel Lifschitz y Omar Perotti. En la Fundación, por citar un ejemplo, donde el Midachi jugaba de local, como mínimo ahora tendría que compartir el camarín.

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