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Lunes, 22 de octubre de 2007

CIUDAD › EL REORDENAMIENTO URBANO Y LA PRESERVACION DEL PATRIMONIO ARQUITECTONICO

Para que los ladrillos queden a salvo

La pelea alrededor de cuál debe ser la altura permitida para levantar nuevos edificios, opacó otros aspectos del proyecto que impulsa el intendente Lifschitz: 25 áreas de preservación y casi 1900 inmuebles

 Por Guillermo Lanfranco

Rosario contará con 25 Areas de Preservación Histórica, con el objetivo de salvar de la desaparición rasgos singulares de la memoria ciudadana, que corren peligro de ser arrasados por el "boom" de la construcción. La iniciativa está contenida en el conjunto de ordenanzas para el reordenamiento urbano del Centro y Macrocentro (límite en 27 de Febrero, Francia y el río) que el Departamento Ejecutivo envió al Concejo para su aprobación. Pero debido a que la discusión sobre el tema está centrada en la mayor o menor altura permitida para construir edificios (con fuerte presión para que se eleve, por parte del lobby empresario demoledor-constructor), pasa inadvertido el proyecto de ordenanza para generar un nuevo "Inventario y Catalogación de Bienes del Patrimonio Histórico Arquitectónico y Urbanísticos de la Ciudad de Rosario", que integra el paquete de ordenanzas en manos de los ediles. Dicho inventario, asociado a los nuevos indicadores que limitarán la construcción en altura, harán posible la protección de cerca de 1.900 inmuebles de valor arquitectónico ubicados en el Centro (ver aparte), más los que luego se incorporarán en el Macrocentro y el resto de la ciudad.

La pelea alrededor de cuál debe ser la altura permitida para levantar nuevos edificios, ha opacado otros aspectos del proyecto de nuevo Código Urbano que impulsa el intendente Lifschitz a través de la Secretaría de Planeamiento. Como se sabe, los empresarios de la construcción están decididos a defender con uñas y dientes la rentabilidad de sus negocios, basados en multiplicar casi infinitamente hacia arriba los metros cuadrados, sobre pequeños terrenos que en sus orígenes se concibieron para viviendas unifamiliares y no para torres de 30 metros de altura.

Pero la normativa propuesta por la Intendencia incluyo otros aspectos de importancia, como los vinculados a la preservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Todavía tan rico como que lo hace un rasgo distintivo de Rosario, como tan en riesgo por la falta de medidas efectivas para preservarlo del ataque de los especuladores inmobiliarios.

En este sentido, los proyectos en danza por primera vez prevén dar coherencia a la legislación destinada a proteger los inmuebles de valor. Por un lado, se establecen límites de altura para los inmuebles o los tramos de manzanas donde se asienten varias edificaciones a preservar: en caso de demolerse una casa protegida por la legislación, la construcción nueva no podrá exceder los 13 metros de altura. Así perderá sentido económico demoler para levantar en ese terreno algo nuevo de la misma superficie construida.

"La única manera de sostener una real política de conservación es a través de los indicadores de altura -señala la directora del Programa de Preservación del municipio, la arquitecta María Laura Fernández-; de la actual superposición de normas contrapuestas, pretendemos avanzar en disposiciones coherentes y que permitan una protección concreta del patrimonio construido".

Otro elemento contenido en las ordenanzas de reordenamiento urbanístico son las Areas de Preservación Histórica, definidas como "aquellos sectores del tejido urbano que por su conformación histórica y por el carácter de sus espacios públicos, se reconocen en el imaginario social como parte de un fragmento significativo de la ciudad, donde interesa preservar, principalmente, el carácter del espacio público". Las áreas pueden comprender desde una esquina con sus inmuebles linderos (por ejemplo, el entorno de la casa natal del Che Guevara en Entre Ríos y Urquiza) o varias cuadras, como la Peatonal Córdoba, el paseo del Siglo o barrio Parque.

El principal antecedente tenido en cuenta fue la experiencia del proyecto "Entorno teatro El Círculo", que con motivo del Congreso de la Lengua del año 2003, permitió revitalizar la zona de Mendoza y Laprida a partir de medidas de protección y revalorización del entorno. Fernández quiere replicar en otros sectores del Centro y Macrocentro el "efecto contagio" que se dio en la zona del teatro El Círculo. "Se modificaron las actividades comerciales, abrieron nuevos negocios vinculados al movimiento del teatro, hubo un remozamiento de los inmuebles. En definitiva, se vio un efecto de contagio alentado a partir de acciones normativas y concretas del municipio, que creemos se pueden repetir en otros sectores de la ciudad", indicó la directora de Preservación.

Según Fernández, además las APH le permitirán al municipio "planificar de mejor manera la actuación a futuro, porque tendremos claramente establecidas las zonas donde destinaremos fondos para alentar la conservación de edificios, además del mobiliario urbano y la señalética propia de esas áreas de valor histórico. Y como siempre la idea es trabar en conjunto con los vecinos de esos sectores".

Si bien las APH no son nuevas como herramienta de gestión en Rosario, los proyectos de ordenanzas de Reordenamiento Urbanístico del Centro y Macrocentro incorporan nuevos sectores hasta ahora no intervenidos, particularmente por fuera de Oroño y Pellegrini, y establecen las normativas de protección.

Así es como estarán protegidos los entornos de conjuntos edilicios construidos a principios del siglo XX. Ese es el caso de barrio Parque (Viviendas del Trabajador) y de la zona de 27 de Febrero y Dorrego (Viviendas del Banco Edificador). También las áreas que rodean iglesias de valor arquitectónico o de gran significancia para un barrio, como las parroquias de Lourdes y San Cayetano.

Mientras tanto, desde el Programa de Preservación del Patrimonio se avanza en relevamientos de otras áreas de la ciudad, para incorporarlas como APH. Este es el caso del "entorno pueblo fundacional Alberdi", alrededor de la plaza del mismo nombre y que incluye hasta la Bajada Puccio. "En este y otros casos estamos protegiendo las características del barrio mas que cuestiones tipológicas y arquitectónicas. El objetivo es preservar el entorno que la gente conoce desde hace décadas y que ya forma parte de su vida cotidiana y de su historia", resaltó Fernández.

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Una de las ochavas de la esquina de Rioja y Laprida donde funciona la delegación local del Ministerio de Salud provincial
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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