Mario Segovia, el rey de la efedrina detenido el domingo en Rosario, será indagado el próximo viernes por otro delito: la compra irregular de una camioneta Hummer con franquicia diplomática. El juez en lo Penal Económico Jorge Brugo cree que está involucrado en la investigación que lleva adelante por el ingreso de vehículos bajo el régimen de franquicias diplomáticas. Es que el juez tiene acreditado que una camioneta Hummer con dominio GJG 658, la misma que fue encontrada en la casa de Segovia en Fisherton, a las afueras de Rosario, ingresó al país con ese beneficio.

Segovia esta detenido en el penal de Marcos Paz, al igual que su esposa, Gisella Itati Ortega, su contador Ricardo Guerini, su primo Sebastián, y Daniel Bocchi, considerado como "un hombre de su más estrecha confianza", por una altisima fuente de la investigación (más información en página 5).

En tanto cobró interés para la causa una de las armas secuestradas en la vivienda de Alvarez Condarco 472 bis: una pistola calibre 40. Según los investigadores no es un calibre usual para Argentina, sin embargo en los últimos tiempos han sidos incautadas al menos 10 armas de este tipo. Curiosamente es el mismo calibre con el que mataron a los tres empresarios ejecutados en General Rodríguez. La justicia ya puso su interés en la misma, y podría peritarse en los próximos días.

En tanto, ayer el juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionato Márquez, volvió a hablar con una radio local: en declaraciones a Radio 2 remarcó que Segovia "no es ningún perejil: integra una organización criminal que engaña a los controles aduaneros". Consultado sobre el estado de la causa y los cargos que se le imputan a Segovia, el magistrado expresó "hay participaciones primarias y secundarias pero no hay perejiles. Si hablamos de un cargamento de ocho toneladas de efedrina en México valuadas en 35 millones de dólares no podemos hablar de perejiles", señaló el juez que entiende en la causa.

De igual manera, el juez se explayó diciendo que "hay participaciones primarias y secundarias. En el medio hay gente ignorante utilizada. Como ser, un hombre al que le hacían firmar cualquier cosa por dos mil pesos. Lo hacía sólo por ganar un sueldo y dudamos que sepa leer y escribir", expresó el juez. Por su parte, el juez añadió: "No presumo que sea una organización, lo tengo ya probado".