El gremio de los choferes se niega a que la línea 141 de la empresa Rosario Bus ingrese a la zona de Larrea y Empalme Graneros sin presencia policial en la punta de línea, ubicada en Bolivia y Schweizer. El lunes, tras un nuevo hecho de inseguridad al mediodía, la UTA decidió que "los usuarios se bajen cuatro cuadras antes, para evitar ingresar al barrio, por seguridad", y desde allí el colectivo daba la vuelta para continuar con el recorrido habitual. Sin embargo, ayer por la mañana, una reunión con personal policial y la gerente del Ente de Transporte, Mónica Alvarado, desalentó la medida y por la tarde se normalizó el recorrido, luego del compromiso policial de permanecer en la punta de línea, durante todo el día. No obstante, el secretario adjunto de la UTA, Sergio Copello, advirtió que estarán atentos y que ingresarán "siempre y cuando el patrullero esté en la esquina; porque durante enero los choferes y pasajeros sufrieron varios robos en esa zona".

Anteayer, los vecinos del sector noroeste de la ciudad se vieron sorprendidos ante la medida implementada por los conductores de la línea 141: los coches se detenían en Provincias Unidas y Juan José Paso, cuatro cuadras antes de la punta de línea, y aduciendo razones de inseguridad, les pedían a los pasajeros descender en esa esquina.

Sin embargo, ayer, tras una reunión entre personal policial, el Ente de Transporte y la UTA, se acordó que en la punta de línea de Bolivia y Schweizer habrá un móvil policial que controlará en la parada, el ascenso y descenso de pasajeros.

Copello comentó a Rosario/12 que los hechos de inseguridad en esa zona se repitieron durante todo enero, y que fueron cobrando gravedad semana tras semana. "Fueron demasiados casos, por eso, ante la intranquilidad de los trabajadores determinamos -como primera medida- trasladar la punta de línea cuatro cuadras antes de lo habitual", explicó. "Los compañeros fueron robados y hasta amenazados con armas en distintos sucesos en esa misma zona", aseguró el dirigente gremial, y agregó que los hechos delictivos "son a cualquier hora, hasta en pleno día y muy reiterados".

Desde el Ente de Transporte reconocieron la cantidad de sucesos de inseguridad que hacen que "todas las semanas haya que trabajar en mediar un acuerdo entre personal policial y los choferes de diferentes líneas, porque esto ocurre continuamente", aseguró Bonet a este diario.

Alvarado explicó que la solución para los conductores de la línea 141 llegó luego del encuentro y del compromiso policial de permanecer en la punta de línea cuando el colectivo llegue a la esquina, para "visualizar el ascenso de pasajeros".