La leyenda amaneció uno de los últimos domingos del invierno, en prolijos trazos de imprenta mayúscula y aerosol azul estampados sobre una pared en la manzana del Hospital Provincial, en 1º de Mayo al 1400: "Abrazame hasta que vuelva Cristina". El mensaje, de tan simple e intensa poesía política, pronto llegó a ojos de la Presidenta, que quiso conocer a su autor. "Así que vos sos el loco de la pintada", le dijo entre conmovida y divertida Cristina Fernández a Lucas Elías en un breve momento en la agenda presidencial. Es un abogado de 28 años que integra la agrupación kirchnerista La Moreno, que dejó en la topografía rosarina varias consignas políticas. Pero la que pegó fuerte fue la que pide ese abrazo.

"Con unos amigos tenemos la agrupación y veníamos pensando en salir a pintar las paredes de la patria por Cristina", explicó Elías al portal Redacción Rosario. La frase es de cuño propio: "Se la dije a una chica con la que ciertamente nos abrazamos mucho, y nos encantó a los dos". Un sábado a la noche, al cabo de varias vueltas en plan de pintadas, la consigna ganó la calle. "Buscamos paredes que no pertenecieran a casas particulares y que lo que hiciéramos no significara agredir a nadie", contó Elías. Y luego de hacerlo creyó que sería una pintada más. No lo fue.

Su amiga Florencia Garat, histórica militante de la agrupación HIJOS Rosario, recibió de Lucas algunas fotografías de las pintadas de esa noche. Ella le pidió permiso para publicar las imágenes en su muro de Facebook. "La colgué como una cosa más, sin imaginar lo que pasaría. A las horas se había viralizado de una manera impresionante. Mucha gente la estaba replicando, también en Twitter. Esa misma noche me llamó una compañera de HIJOS Capital para preguntarme de qué lugar era la pintada, y si yo sabía. Yo le dije que sí, y que sabía dónde estaba el que la pintó", contó Garat en el programa radial Poné la pava. Todo se precipitó.

Desde Presidencia llamaron a los jóvenes militantes, les revelaron la intención de la jefa de Estado de conocerlos, y que tal encuentro podría realizarse. "Primero me llamó una chica de Gabinete de la Nación que, con muy buena onda, me mató a preguntas. Después, ya directamente se comunicó conmigo (el secretario general de Presidencia) Wado de Pedro y me confirmó que a Cristina le había gustado y que si quería ir a Buenos Aires a conocerla, se podía organizar", rememoró el autor de la pintada.

"Fuimos de una manera muy eufórica, parecía tan inimaginable que temíamos que no sucediera. Lo que sucediera iba a estar bien, esperamos muchas horas según cómo se iba a dar la actividad de ella, porque tiene una logística impresionante. Pero aunque fuera un segundo, iba a ser más que suficiente, y fueron más", relató Garat.

"Me llamó la atención que ella se conecta mucho con lo que estás diciendo, presta atención. A Lucas apenas lo vio le dijo 'vos sos el loco de la pintada'", recordó.

Mientras esperaba el encuentro, Lucas pensaba y corregía lo que le diría a su máxima referente. "Pensaba si tendría que explicarle quién era, pero cuando se acercó vino directamente hacia donde estábamos nosotros, me agarró de los brazos y me preguntó si yo era el loco de la pintada. Encima, que me diga 'loco' fue como mucho, así que del resto me acuerdo poco y nada".

Y al final, le dijo lo que le salió de adentro: "Que la queríamos mucho, porque sentí que no hablaba por mí solo sino por todos los que sentimos ese cariño por ella y no pueden llegar a decírselo", señaló Elías. Y reparó en que tras explicarle a la Presidenta que la frase del grafitti se la había dicho a una chica, ella lo miró y rió: "¡Qué romántico!", le dijo.

El encuentro con la Presidenta tuvo otro momento emotivo: cuando Florencia le entregó en mano el libro que su padre Eduardo Garat --secuestrado en 1978 y desaparecido-- escribió sobre la Constitución nacional del '49 y cuyo manuscrito su familia lo publicó hace tres años. Florencia le regaló un ejemplar y le explicó el origen. "Estaban las hojas mecanografiadas en un cajón y las pudimos publicar gracias a Néstor y a vos, Cristina", le dijo emocionada. "Ustedes nos abrieron el camino de la justicia y eso es algo que siempre, siempre, se lo vamos a agradecer", reiteró Garat. Y la última imagen no se la olvidarán jamás: "Entonces vi que ella tenía los ojos llenos de lágrimas, hizo un puchero y me abrazó fuerte".