El juez federal rosarino Carlos Vera Barros recibió ayer la bendición del Papa Francisco y su invitación para que asista en junio próximo al Vaticano, a una cumbre de juristas de distintos países convocada por la máxima autoridad de la Iglesia Católica para promover la lucha contra la trata de personas, el narcotráfico y el crimen organizado.

El portador del mensaje papal fue el legislador porteño Gustavo Vera, titular de la ONG La Alameda, que impulsa en la justicia federal algunas causas sobre el delito de trata y que cuenta con trato directo con Jorge Bergoglio.

El magistrado rosarino fue elegido por el sumo pontífice entre jueces y fiscales de todo el mundo. El mérito que Francisco observó en él fue haber sido quien en 2013 procesó al por entonces jefe de la Policía santafesina, Hugo Tognoli, por integrar una "empresa criminal conjunta" dedicada a la comercialización de estupefacientes, organización en la que se contaban el transportista de Villa Cañás Carlos Ascaini, y el comisario rosarino Néstor Fernández. De esta manera, Vera Barros es el único juez de la región que integrará la comitiva argentina de jueces y fiscales que deliberará en la Pontificia Academia de las Ciencias. Con él viajarán otros colegas del fuero federal como María Romilda Servini de Cubría ﷓a cargo de investigar al ex agente de la Side Raúl Martins por trata de personas y que involucra al presidente Mauricio Macri﷓ Sebastián Casanello ﷓que instruye una denuncia contra el empresario Lázaro Báez por presunto lavado de dinero﷓, y los fiscales Federico Delgado, Daniel Adler (Mar del Plata) y Claudio Kishimoto (Rafaela).

Otra de las cosas que Vera le dejó ayer al juez en su despacho de bulevar Oroño al 900 es un ejemplar de la Encíclica "Laudato Sí", el documento que Francisco divulgó el año pasado y que resume su pensamiento acerca de la relación en el mundo entre poder, corrupción, delito y pobreza. Como para que los magistrados lleguen a Roma ya enterados del parecer del Papa.