Diez hombres fueron imputados ayer por delitos de amenazas calificadas, portación y abuso de armas, en dos audiencias orales que tuvieron como eje marcar un conflicto entre dos familias enfrentadas en barrio Ludueña.

Según expresó la fiscal Gisela Paolicelli, en una de las audiencias, la investigación comenzó por más de 40 denuncias que ingresaron al Ministerio Público de la Acusación, desde noviembre de 2014 a esta parte.

"Hay dos grupos antagónicos, con denuncias cruzadas y conflictos armados", expresó. Ya en febrero, la Justicia intervino con allanamientos en la zona pero no pudo dar con todos los acusados. La pericia del celular de un detenido en aquella fecha, más las imágenes de seguridad de la cámara de Junín y las vías del Ferrocarril fueron determinantes para concretar los 15 allanamientos del miércoles pasado.

La Policía de Investigaciones detuvo a doce personas aquel día, pero dos mujeres fueron puestas en libertad.

Ayer, en dos grupos de cinco, los hombres fueron imputados y algunos de ellos quedaron en prisión preventiva. Las fiscales Viviana O'Connells y Paolicelli les imputaron 15 hechos a los acusados, aunque no todos están involucrados en ese total. Los delitos consistían en ataques con balas contra las viviendas de sus contrincantes, amenazas y daños.

Uno de los imputados dijo que el conflicto comenzó hace años, cuando una mujer de la banda contraria lo quiso matar, fue presa y se suicidó en el penal. Sin embargo, algunas fuentes apuntan a cuestiones relacionadas con venta de estupefacientes.