Caminando por el borde del lago hasta el castillo se pasa por un pequeño viñedo, escondido entre casas y casonas. La Fundación del Castillo es la encargada del funcionamiento de este viñedo, que cubre una superficie de 12.500 m2. Es el Clos de Chillon, que produce botellas de un vino blanco de cepa cáselas. Las botellas se venden únicamente en este lugar. Además de ser “el viñedo del castillo”, la particularidad del Clos de Chillon es que marca el límite del renombrado Lavaux, el viñedo que se extiende sobre las montañas entre Montreux y Lausana, y que entró el año pasado en las listas del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.