Incluso quien nunca haya ido a Toledo habrá visto alguna vez las típicas artesanías locales, que se encuentran prácticamente en toda España: son las espadas, dagas, cuchillos y artículos decorativos trabajados en metal. Durante siglos, el acero de Toledo fue famoso por su calidad, y según cuentan las crónicas antiguas, se lo apreciaba ya en el siglo I antes de Cristo. Con los mismos métodos de producción antiguos, los artesanos de hoy siguen elaborando esos recuerdos que son propios del pasado heroico español. Otra artesanía local muy apreciada es el damasquinado, o damasquina, que consiste en realizar dibujos de distintas formas sobre un fondo de acero mate incrustando hilos dorados, de plata o de cobre hacia adentro. Dos motivos principales distinguen al damasquinado: el español, en general basado en personajes históricos, y el moro, de diseños geométricos. Para aprender algo más sobre la técnica, en el centro de Toledo hay artesanos que realizan estos trabajos a la vista del público, garantizando así que el producto esté hecho a mano.