La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) exigió que el bono de fin de año sea de “no menos de 10 mil pesos” y que sea “un aumento concreto sobre los salarios y no una suma fija”. El reclamo lo hizo el secretario general del gremio de los estatales, Hugo “Cachorro” Godoy, en medio la puja con la Nación y las provincias por el pago del adicional en diciembre. En ese marco, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, dijo, como otros mandatarios provinciales, que no tiene la plata para pagar la suma que la CGT acordó con el Gobierno para compensar la pérdida salarial por inflación.

Godoy habló en la AM 750 y pidió la "reapertura de paritarias y la reincorporación de trabajadores injustamente despedidos". También advirtió que en diciembre vencen los contratos de 90 mil trabajadores precarios, quienes podrían quedar en la calle.

El dirigente sindical señaló que no se ha dado respuesta a estos reclamos por parte del Gobierno. Además, apuntó que, si se reabrieran las paritarias, se plantearía una cifra de "alrededor del 17 por ciento, para recuperar lo perdido, ni siquiera para mejorar la capacidad adquisitiva de los salarios".

Agregó que el Estado nacional debe “respaldar a las provincias y las provincias ayudar a los municipios para que el aumento de fin de año llegue a todos los trabajadores estatales, nacionales, provinciales y municipales".

Las provincias no parecen muy proclives a acompañar el pago de un bono, como quedó expuesto en palabras del gobernador de Río Negro: Weretilneck manifestó que allí “no hay ninguna posibilidad” de afrontar ese plus.

"Seríamos absolutamente irresponsables y no podríamos pagar salarios si incrementáramos más el peso del gasto salarial sobre el gasto de la provincia", aseguró en diálogo con Radio Concepto, al tiempo que afirmó que la paritaria se negociará en su provincia en febrero o marzo de 2017. Lo mismo dijo en reiteradas ocasiones durante esta semana la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.