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“Acá traía a Gustavo (Cerati) cuando venía a Mar del Plata”, dice Pedro Moscuzza apenas abre la puerta de Doria, un café y bar detenido en los ‘70, ubicado frente al puerto de la ciudad. Además de amigo y ex músico de Cerati en la etapa Siempre es hoy, el baterista es integrante y fundador de Altocamet, la banda que le inyectó identidad y modernizó el rock marplatense. “Cuando comenzamos, conscientemente quisimos hacer lo mismo que en Bristol”, expone Moscuzza. “Camet es un barrio de Mar del Plata. Ninguno vive ahí, pero de chico íbamos a un parque allí a dar vueltas en los cisnes mecánicos. Desde el mismo nombre del grupo intentamos homenajear a Astor Piazzolla y todo lo demás que identifica a la ciudad.”

A manera de previa de la celebración de sus 20 años, cumplidos en enero pasado, el cuarteto de pop electrónico lanzó en octubre de 2014 su más reciente álbum, Más allá, en el que se reencontró por tercera ocasión con el productor inglés Graham Sutton. “A diferencia de Dulce calor, el anterior, en Más allá las canciones son directas, envolventes y oceánicas”, detalla el baterista de una de las bandas que formó parte del recambio post ‘90 del rock argentino, al lado de IKV, Babasónicos y Resonantes. “Si bien siempre tuvimos buena repercusión, esta época resignificó nuestra obra. Aunque quizá también tenga que ver con la energía del nuevo álbum. Estamos decididos a tomar por asalto al público, y antes no era tan así.”

Pese a que chances no le faltaron para mudar su base de operaciones a Buenos Aires, Altocamet optó por el arraigo. “Por supuesto que todo se hace más difícil desde acá, porque el ritmo es otro. Pero nos encanta vivir al lado del mar, y eso se refleja en nuestra música”, resalta este hincha de Aldosivi. “Está bueno tomar del legado de Cerati, Melero, Cocteau Twins y The Cure, aunque también hacemos lo que nos sale.”

Al mismo tiempo, el grupo le sirvió de plataforma a Pedro para concebir Casa del Puente Discos (con Desde El Mar y Pistilo, es uno de los sellos marplatenses) y para organizar el Mar del Pop. “Leí que hay más de 500 bandas en la ciudad”, destaca. “Es un buen momento de la escena local, y hay que unirse. Es cuestión de darse cuenta de que es posible.”