“Esto que tengo aquí, que lo tenemos todos, porque nos lo da el Congreso (de España), es un iPhone”, arrancó el diputado Iñigo Errejón de Podemos, blandiendo su teléfono. “Y muchas veces esto se pone como el mejor ejemplo de ‘emprendedurismo’: Steve Jobs lo empezó en un garaje y fue capaz de llevar adelante un negocio privado por su mérito individual”. A continuación, desmontó el mito. “La economista de Londres Mariana Mazzucato se puso a estudiar de dónde vienen la mayor parte de las aplicaciones y de los desarrollos tecnológicos incorporados al iPhone. Y resulta que la pantalla multitáctil se desarrolló en la Universidad de Delaware, con dinero público de la Fundación Nacional para la Ciencia”. “En realidad –concluyó– la única posibilidad de tener un desarrollo industrial es con un rol central de un Estado emprendedor”.