Sobre el frente del edificio de la fábrica de Tesla de Berlín, se proyectó durante varios minutos la foto de Elon Mask, dueño de esa compañía, con el brazo levantado y la leyenda “Heil Tesla”. El gesto del magnate, realizando durante la investidura de Donald Trump, fue interpretado como fascista aunque él y sus seguidores lo niegan. “Compra un Tesla y apoya al brazo comercial del fascismo. Como sociedad, empujaremos juntos hacia el suelo este brazo extendido”, escribió la agrupación Zentrum für Politische Schönheit (Centro para la Belleza Política). Aunque se trató de una acción de protesta contra las supuestas simpatías nazis de Musk (que en Alemania apoya abiertamente al partido de extrema derecha), el colectivo de activistas podría tener problemas legales, ya que la difusión de estas imágenes podrían considerarse delitos dado que en Alemania está prohibida la realización pública del saludo nazi, así como el uso de símbolos como la esvástica o lemas como “Heil Hitler”.