Apenas logró volver a la Casa Blanca, Donald Trump empezó su política de deportaciones masivas, ahora avalada por la Corte Suprema. Ayer, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, precisó que desde el 20 de enero su país recibió 66.475 migrantes indocumentados, de los cuales 5728 no eran mexicanos. “Si hay un migrante que es trasladado a territorio nacional, por razones humanitarias tenemos que recibirlo y enviarlo, si es el deseo de esta persona, a su país de origen. Estados Unidos tiene ya acuerdos con prácticamente todos los países, incluso con Africa, para enviar de manera directa a una persona, entonces no requiere del paso por México”, explicó la mandataria en conferencia de prensa.