“Cantarle a Jacinto Piedra, aunque sea mi viejo, no es cualquier cosa”
A los 8 años su vida fue interrumpida por la trágica muerte de su padre, el cantor y señero cultural Jacinto Piedra. A los 12 emigró a Europa con su familia, y muchos años después, afincado en Munich, el canto de la tierra se hizo presente en su vida para seguir la huella de su padre.