Crecí en una familia católica en el primer cordón del conurbano sur y la casa donde pasé los primeros veinte años de mi vida junto a mis hermanos estaba rodeada de imágenes religiosas.
Esta joven millenial rusa se despacha con intervenciones surrealistas casi siempre sobre su propio cuerpo. Lejos de los atributos estridentes ya clásicos de su generación, nos enfrenta a una enrarecida y bucólica sensualidad post tras post.
En la muestra Arqueología de sí misma, la artista, que en los años 90 cambió el grabado por la fotografía, encontró en este nuevo camino una manera activa de ser testigo del mundo.
Derechos en foco se llama la iniciativa que se desarrollará hoy en el Espacio Memoria y Derechos Humanos. Allí se exhibirán treinta muestras fotográficas –nacionales e internacionales– orientadas a complejizar el tema convocante.