La ofensiva israelí en la Franja de Gaza, reanudada el martes por la madrugada tras dos meses de alto el fuego, mató en estas últimas 72 horas a al menos 591 palestinos y dejó 1.042 personas herida
En Jerusalén, miles de personas protestaron en contra del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y pidieron el retorno de los rehenes que todavía se encuentran en la Franja.
El ejército israelí justificó sus ataques como una forma de presionar al grupo islamista para que libere a los rehenes restantes, aunque recibió un repudio internacional por estas acciones.
Israel ha retomado la guerra en Gaza con el mayor ataque desde el inicio de la tregua, hace dos meses, y que supone la
Para el gobierno de Netanyahu, se trata de una "manipulación psicológica" del movimiento islamista. Siguen los contactos indirectos.
El Departamento de Estado estadounidense señaló que el plan liderado por Egipto para la reconstrucción de la Franja de Gaza no cumple las expectativas del magnate republicano, quien quiere desplazar a los gazatíes de su territorio.
Con el pedido de liberación de los rehenes, so "infierno a pagar" después, representantes del grupo extremista calificaron las amenazas de Trump como "incentivos" para evitar el acuerdo de paz.
El presidente advirtió que "ni un solo miembro de Hamas estará a salvo si no hacen lo que digo". Además dijo estar enviando a Israel "todo lo que necesita para terminar el trabajo" en Gaza.
Netanyahu endureció el bloqueo y suspendió la asistencia al enclave palestino, un día después del fin de la primera fase del acuerdo de alto el fuego.
"Mi hermano se va, y yo me tengo que quedar aquí. Firmad la segunda y la tercera fase del acuerdo. Ya está bien de esta guerra", implora Eitan en las imágnes.