Un femicidio que todavía no se nombra
Judith González fue rociada con combustible y quemada por su pareja el 26 de abril, murió ayer pero en la causa a cargo del fiscal José Luis Granea, de Avellaneda, todavía se maneja la hipótesis que sólo sostiene el agresor, que ella quiso suicidarse. Mientras una adolescente de 16 y un niño de 10 están en riesgo por ser principales testigos.