En el marco de la discusión con la Nación por el recorte total a la obra pública decidido por el Gobierno nacional, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, salió a dar cuenta de situación en la obra del distribuidor de la Ruta Nacional 3 en Las Flores. Una de las tantas que estaba en ejecución hasta hace apenas unos meses y que quedó paralizada por las decisiones de la gestión de Javier Milei.

Hoy esa obra clave para la producción está abandonada. Tenemos un gobierno nacional que logró un récord: que 100.000 trabajadores de la construcción y de la obra pública queden en la calle”, lanzó Katopodis, que sumó esa obra a un listado de iniciativas paralizadas de las que ya había dado cuenta el gobernador Axel Kicillof durante el fin de semana.

“Histórico”, dijo el ministro, y agregó que “lo que un país tarda años en construir y en lograr, lo destruyen en apenas meses”.

Durante el fin de semana Kicillof volvió a cruzar a la gestión Milei por la situación de la obra pública en la provincia de Buenos Aires. Mediante un posteo en la red social X, el mandatario provincial destacó que “en todo el país vemos obras paralizadas como consecuencia del recorte y el ajuste del Gobierno nacional”.

Kicillof describió ese comportamiento como “acciones que hablan de un nivel de insensibilidad y desconocimiento que alarman porque significan menos oportunidades de crecimiento para la gente" y, como contraposición, se comprometió a continuar reclamando para que la Nación devuelva “los fondos que nos quitaron ilegalmente y para que finalicen todas las obras que están en marcha”.

Si no las quieren terminar, entonces que las transfieran a la provincia, donde siempre tendremos la vocación de trabajar para dar respuestas a las necesidades de los bonaerenses", lanzó el mandatario provincial en la continuidad de un reclamo que viene marcando el pulso de la relación entra la administración nacional y la gestión que encabeza en Buenos Aires.

El reclamo por las obras representa además uno de los mayores reclamos que el gobernador recibe por parte de los intendentes, que ven cómo el recorte nacional impacta en cada uno de sus distritos, obligando a las administraciones locales a buscar alternativas para llevar adelante sus gestiones. Claro que, tal como lo advierten los funcionarios provinciales, el retiro del Estado nacional en el financiamiento de la obra pública excede a las capacidades municipales y la parálisis termina golpeando a las economías locales.