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Después de estar dos veces abajo en el marcador, San Lorenzo empató ayer por 2-2 con Estudiantes, en el encuentro válido por la última fecha el torneo Apertura, que debía jugarse en diciembre y había sido postergado. Antes del inicio, los locales festejaron la obtención de la Copa Mercosur 2001: aplausos, entrega de medallas y vuelta olímpica, a toda orquesta.
El partido en sí, al menos en la primera mitad, fue demasiado discreto. Porque ambos conjuntos abundaron en imprecisiones, generaron muy pocas situaciones de gol y abusaron del pelotazo en lugar de intentar salir jugando con la pelota segura. Aunque San Lorenzo parecía tener la iniciativa, fue Estudiantes el que, a los 8, con un remate cruzado de Farías, generó el primer susto para el equipo del chileno Pellegrini. Después, el partido decayó y se tornó algo violento, debido a la furia con que se disputaban las pelotas divididas.
Recién a los 27, Maggiolo abrió el marcador, habilitado por Farías, que había recibido a su vez de Juan Fernández; un contraataque perfecto. El Coco Ameli pudo descontar después de cabeza, pero el tiro se le fue apenas desviado. Tuvo otra chance Erviti, a los 45, pero Misetich contuvo.
El complemento fue distinto: otro partido, con muchas más situaciones de gol. Pudo empatar Franco, en el inicio, pero la igualdad llegó recién a los 60, luego de un centro de Estévez, cuando el mismo Franco encontró por el medio la pelota y no perdonó. Y en el momento en que San Lorenzo conseguía dominar el encuentro, Estudiantes se puso nuevamente en ventaja con un tiro libre de Pompei, que Quatrocci conectó al arco con un muy buen cabezazo. Pero un error de Misetich, quien salió apresurado a capturar la pelota, le permitió a Filomeno volver a igualar el marcador. Lo que siguió fue más vértigo que fútbol.