Vélez sufrió una derrota increíble. Sin merecerlo, ganaba con un cómodo 3-1 al término de la primera mitad. Pero tras la expulsión de Fernando Ortiz apostó por aguantar y lo pagó con una caída 4-3 ante Católica.

El partido no pudo arrancar peor para Vélez. En el primer avance, Pratto recibió por la izquierda y sacó un zurdazo que se le escurrió a Barovero por debajo del cuerpo. El impacto fue duro para el conjunto de Liniers, que tardó varios minutos en recuperarse y en emparejar el desarrollo. Sin embargo, cuando pudo finalmente meterse en el juego, golpeó con mayor potencia: en dos minutos anotó dos goles, que le templaron el ánimo. Primero llegó al empate con un cabezazo de pique de Ortiz, tras un tiro libre de Moralez. Y luego, el ex Racing apareció libre por izquierda luego de un lateral y envió un centro perfecto para Fernández, que se acomodó en el área y venció a Toselli con un derechazo violento.

A pesar de la ventaja parcial, el trámite casi nunca se le encarriló a Vélez. Incluso sufrió un cabezazo en el palo de David Henríquez. Sin embargo, en la última maniobra del primer tiempo, Martínez desbordó por la derecha y envió un centro al segundo palo, donde Papa apareció para convertir con un violento cabezazo.

La expulsión de Ortiz terminó de complicar a Vélez, que se retrasó de manera ostensible y apostó por aguantar el marcador. Claro que Católica tenía otros planes: descontó con un tremendo remate de Costa y así recobró las esperanzas. Y como Vélez en la primera mitad, en dos minutos dio vuelta el partido. Primero con una genial media vuelta de Pratto y luego con un contragolpe magnífico que definió Pizarro tras una gran asistencia de Cañete.