DEPORTES › SIN MESSI, LA SELECCIóN DERROTó EN ROMA A LA ESCUADRA AZZURRA CON GOLES DE HIGUAíN Y BANEGA

El Papa vive en Italia, pero es argentino

El amistoso jugado en honor del pontífice Francisco, que lo vio por TV, terminó con un resultado favorable para el equipo de Sabella, que apeló al contragolpe para liquidar el partido, apoyado en la eficacia de sus futbolistas.

La Selección demostró ayer que tiene alternativas para la ausencia de Messi, al derrotar a Italia por 2-1 en el estadio Olímpico de Roma, en el amistoso en homenaje al papa Francisco. Higuaín y Banega, con dos golazos, anotaron para el equipo nacional, mientras que Insigne logró descontar, con otro golazo, para los dirigidos por Prandelli.

El desafío era claro para la Selección, ya que tenía que demostrar, frente a un rival importante como es Italia, que podía suplir con buen funcionamiento colectivo la ausencia de Lio Messi, su capitán y máximo referente. Y también la ausencia de otro de sus valores, Fernando Gago, el socio de juego ideal para el crack del Barcelona.

Y fue precisamente en el aspecto colectivo donde encontró Argentina la respuesta al interrogante. Ya que, si bien tanto Lucas Biglia como Erik Lamela, siempre apoyados por una muy buena labor de Angel Di María, lograban comandar la ofensiva del equipo de Alejandro Sabella, por momentos no conseguían la precisión necesaria y terminaban rifando la pelota, facilitándole así el trabajo en la recuperación a los volantes italianos.

Cierto es que el partido era abierto y, al menos en los primeros minutos, no se jugaban con demasiada intensidad y los arcos parecían inalcanzables para ambos. Había sí intenciones de ambas partes de jugar la pelota por abajo, pero el problema era que en la medida en que se acercaban al área contraria se apuraban en la definición y las buenas oportunidades se desvanecían una detrás de la otra.

Eso hasta que, en la que fue la mejor jugada colectiva de la primera parte, Argentina logró pasar al frente en el marcador. Todo arrancó en una mala salida desde el fondo de los italianos. Lamela encontró la pelota para luego, mientras los italianos parecían esperar el pase para Palacio, que se metía en el área, poner una excelente habilitación para Higuaín, quien se acomodó y sacó un violento derechazo, para el que Buffon no tuvo respuesta. El goleador –que no estará presente en el próximo partido de la Selección frente a Paraguay por las Eliminatorias porque debe cumplir con su segunda fecha de suspensión– había mostrado antes que estaba bien metido en el partido y que le había encontrado la vuelta a la pegajosa marca de Chiellini.

Estaba claro que para el DT de Italia, Césare Prandelli, al igual que para Sabella, el partido no era más que una buena excusa para analizar sus propias variantes; el hecho de que Pirlo lo mirara desde el banco era una prueba irrefutable de ello. Quizás por eso no se desesperó Italia ni siquiera en desventaja, cuando era esperable que cambiara al menos el ritmo y, cómo mínimo, acelerara.

Eso sí, aunque siguió mostrando algunos problemas en la circulación de la pelota, ya que en algunos pasajes la perdía con notoria facilidad, poco a poco comenzó a ejercer una mayor presión sobre la salida del conjunto argentino y así lo obligó a replegarse.

Entonces la Selección entendió que debía explotar el contraataque. Y, apoyados en la velocidad de Lamela y de Di María, los dirigidos por Sabella armaron un par de contraataques interesantes. En el mejor de todos, Lamela cambió magistralmente para Di María, éste enganchó ante un defensor y, con todo el espacio del mundo, sacó un centro perfecto que encontró mal parado al arquero Buffon, pero que sin embargo no fue gol porque Palacio, que recibió prácticamente solo y con el arco libre, se llevó por delante la pelota y la sacó por arriba del travesaño. El delantero del Inter, que fue titular tras ganarle la pulseada a Lavezzi, había malogrado antes un mano a mano con Buffon, definiendo al cuerpo del arquero.

Para la segunda parte, Sabella mandó a la cancha a Banega por Lamela. Y apenas tres minutos tardó el volante de Valencia, muy bien habilitado por Higuaín, para demostrar su jerarquía con un violento derechazo cruzado con el que Argentina estiró su ventaja a 2-0.

Prandelli, que había metido tres cambios en el entretiempo, aprovechó el segundo gol de Argentina para terminar de restarle importancia al resultado y metió otros dos cambios, a los 52 minutos; entre ellos el del arquero Marchetti –que recibió en su ingreso algunos silbidos, provenientes de los hincha de la Roma– por Buffon. Pero en la cancha, el arquero de la Lazio respondió rápido y muy bien frente a un nuevo remate de Palacio y, en el rebote, otro de Higuaín, que no había conectado del todo bien. Para entonces, Argentina parecía haberse adueñado del trámite, con buen juego por las bandas, y llegaba con cierta facilidad.

A Italia, en cambio, le costaba todo un poco más. No conseguía arrimarle peligro al bueno de Andújar, que antes del descuento apenas había sufrido un cabezazo de Chiellini que se fue por arriba y un tiro libre del ingresado Diamanti, quien le sacudió con fuerza el travesaño.

Pero el asunto cambió cuando, a los 75 minutos, luego de una pérdida de Biglia, Insigne recibió una buena habilitación y desde el vértice del área sacó un hermoso disparo cruzado que se le metió al ex Estudiantes en un ángulo para el 2-1.

Los hinchas locales, que habían copado en buena medida las plateas del Olímpico de Roma, se despertaron de golpe e impulsaron a los propios a ir por más. Esos fueron, sin dudas, los mejores momentos de Italia en el partido, aunque siguió faltándole claridad en la zona de definición.

Pudo Argentina ampliar de contra la ventaja, pero Di María desperdició una inmejorable chance. El volante de Real Madrid avanzó con la pelota al pie y, a pura gambeta, dejó en el camino a dos italianos pero, cuando tenía como mejor opción habilitar a Lavezzi, se engolosinó y eligió rematar sobre la salida de Marchetti, que trabó el recorrido de la pelota entre sus piernas. Sabella aprovechó los últimos minutos para jugar sus últimas variantes. Sacó a Di María y luego a Palacio, y así le bajó la persiana a un partido que, seguramente, volverá a mirar en su bunker de Ezeiza para sacar sus propias conclusiones.

1- ITALIA

Buffon; Maggio, De Rossi, Chiellini, Antonelli; Marchisio, Candreva, Verratti, Montolivo; Giaccherini, Osvaldo.

DT: Cesare Prandelli

2- ARGENTINA

Andújar; Campagnaro, Garay, F.Fernández, Basanta; Lamela, Biglia, Mascherano, Di María; Higuaín, Palacio.

DT: Alejandro Sabella.

Estadio: Olímpico de Roma.

Arbitro: Wolfgang Stark.

Goles: 19m Higuaín (A); 48m Banega (A), 75m Insigne (I).

Cambios: 46m Insigne por Montolivo, Florenci por Candreva y Aquilani por Marchisio (I) y Banega por Lamela (A), 52m Diamanti por Giaccherini y Marchetti por Buffon (I), 60m Lavezzi por Higuaín (A), 69m Coloccini por Garay (A), 71m Cerci por Maggio (I), 72m M.Rodríguez por Mascherano (A), 81m Alvarez por Di María (A), 88m A.Fernández por Palacio (I).

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Banega remata frente al arco de Buffon para señalar el segundo gol de la Selección Argentina.
Imagen: EFE
 
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