DEPORTES › RESEÑA DE LA SERIE DE TELEVISION EL FUTBOL ES HISTORIA

Mucho más que una historia

Desde los inicios en el siglo XIX hasta la actualidad, el trabajo de Christian Rémoli recorre a través de ocho capítulos los 145 años de vida del fútbol argentino, con testimonios e imágenes. Se estrena el próximo jueves por DeporTV.

 Por Gustavo Veiga

César Luis Menotti confiesa que dijo “una imbecilidad total” cuando saludó por radio al dictador Videla desde Japón, apenas consagrado como técnico campeón mundial juvenil en el ’79. “Mucho éxito en su gestión”, le deseó. Daniel Passarella revela que no hubiera jugado el Mundial ’78 si sabía de los crímenes del régimen cívicomilitar del ’76. Carlos Bilardo cuenta cómo lo quisieron echar de la Selección Nacional durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Un pibito llamado Lionel Messi habla desde Barcelona a los 14 años. El ex jugador de River Hernán Díaz sintetiza en una frase la verdadera esencia del gran deporte de los argentinos: “La única verdad en el fútbol es que no la tiene nadie”. Y por supuesto, desde el escocés Alexander Watson Hutton –el padre de nuestro juego– hasta Diego Maradona, están todos, o casi todos. Como en un caleidoscopio, 145 años transcurridos entre 1867 y 2012 desfilan a lo largo de casi cuatro horas en El fútbol es historia, la serie de televisión que dirigió Christian Rémoli y produjo Koala. Un trabajo que se estrenará el próximo jueves en DeporTV a las 22.30. Ocho capítulos, a razón de uno por semana en el mismo día y horario.

“Lo que más orgullosos nos pone es poder contar, desde una productora joven, nuestra versión del fútbol argentino. El hecho de haber trabajado nueve meses de modo maratónico en la búsqueda de archivos y en la composición de las historias y entrevistas, y que ese esfuerzo quede plasmado en esta serie que se verá en todo el país a través de una señal pública, fue una gran responsabilidad”, dice Rémoli, periodista deportivo y documentalista, además de autor de un antecedente similar muy valioso: Mundial 78, verdad o mentira.

El fútbol es historia ganó uno de los concursos del Incaa en 2011 y se rodó al año siguiente. Sus imágenes le pertenecen al Bacua (Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentinos) y ahora llegarán a la TV, como también se emitirán por http://deportv.gov.ar. En un formato de ocho capítulos de casi media hora cada uno, registra los hechos más importantes del fútbol nacional, desde el siglo XIX hasta nuestros días. El mérito más evidente que posee es que contextualiza al juego deporte, devenido en industria una vez que ingresa en el profesionalismo a partir de 1931. Los episodios fundantes, el paso del amateurismo al amateurismo marrón y su posterior evolución hacia el fútbol rentado, son narrados con una mirada que no se detiene en la raya de cal de una cancha.

Conviven en la serie, el mítico Alumni –reivindicado como el primer equipo criollo– e Hipólito Yrigoyen; Perón y Evita con los cracks de la década del ’40 y ’50; las dictaduras surgidas a partir de 1955 y los equipos más emblemáticos de la década siguiente, el Racing de José Pizzuti y el Estudiantes de Osvaldo Zubeldía. Algunas perlas de archivo completan más en detalle el trazo grueso de una investigación a cargo del propio Rémoli, Ezequiel Fernández Moores, Gustavo Dejtiar, Nicolás Morente y Oscar Barnade (los cuatro primeros también escribieron el guión).

Una es la medida de protesta del Huracán de 1924 (capítulo 1), que en repudio a un conflicto mantenido entre la revista El Gráfico y sus trabajadores se solidarizó con estos últimos y no posó para la clásica foto, que en los años ’20 y ’30, salía como poster central en la publicación. O cuando Jorge Piaggio, ex campeón mundial juvenil del ’79 (capítulo 5), menciona que fue arreado a la Casa Rosada junto al resto de sus compañeros para saludar al dictador Videla unas horas después de que una tía suya, y Madre de Plaza de Mayo, era echada a golpes de una de las habituales rondas.

Rémoli sostiene que “los testimonios más fuertes se dan en los capítulos 4 y 5. Menotti habla como jamás lo había hecho del terrorismo de Estado, con una autocrítica que nos sorprendió. O los diferentes aportes de las entrevistas que tocan la figura de Maradona entre el Mundial juvenil del ’79 y el de 1986”. El director refiere, no sin desazón, que “la búsqueda en los archivos resultó traumática porque la mayoría de los materiales de los años ’60, ’70 y ’80, que pertenecen a canales públicos, están en manos de particulares que los comercializan ilegalmente a precios vergonzosos, e incluso los muestran en programas propios que conducen en los canales privados. Sería bueno que el Estado se proponga recuperar esos archivos para que queden a disposición de todos”.

La cálida voz en off del actor Darío Grandinetti narra los hechos en armonía con los testimonios que se intercalan a lo largo de todo el trabajo. En los primeros capítulos, el peso de las referencias y contextualización recaen en especialistas, como el historiador Víctor Raffo o el periodista Ariel Scher, coautor de un libro que guarda mucha relación con la serie: Fútbol, pasión de multitudes y de elites (1988). A medida que avanza el desarrollo de la serie, aparecen los protagonistas de la historia que es objeto de investigación. La razón es obvia: de las primeras décadas del fútbol argentino quedan pocos sobrevivientes.

Un episodio ignorado por el periodismo deportivo y al que se desmenuza en detalle es el intento para desplazar a Bilardo de la dirección técnica de la Selección antes del Mundial de México ’86. Rodolfo O’Reilly, muy risueño, cuenta una anécdota protagonizada con Julio Grondona, tan partidario como él de la UCR: “Cuando lo llamé, me dijo: ‘Michingo, dedicate al rugby, que de esto no entendés un carajo’”. El presidente de la AFA sostuvo al entrenador contra las presiones del gobierno radical de Alfonsín.

O’ Reilly, como le espetó el viejo mandamás del fútbol nacional, sabía más de rugby que de fútbol. Había dirigido a Los Pumas. Argentina salió meses después campeón mundial con Maradona, el barrilete cósmico del relato de Víctor Hugo en la apilada y gol a los ingleses.

“Nuestro trabajo es entretenido y futbolero, no mira al fútbol por arriba del hombro. Tiene una mirada crítica y logra desentrañar muchos mitos”, cuenta Rémoli, quien además apunta que se vio obligado a dejar afuera de la serie materiales clave: el tratamiento más profundo de la violencia en el fútbol, esa huella indeleble que Panzeri describió como “un negocio de pocos que viven con él, merced a una mayoría que humanamente muere con él”. O un segmento dedicado a la desaparición del Viejo Gasómetro, con testimonio de José Sanfilippo incluido.

En el último capítulo, titulado “De vuelta al potrero” (1990- 2012), el montaje acierta en una sucesión de personajes (Menotti, Alonso, Valdano, Marangoni, entre varios más) que se colocan auriculares uno tras otro para escuchar unas sabias palabras de Marcelo Bielsa referidas al juego. También se describe el traspaso del negocio del fútbol televisado desde Torneos y Competencias y su socio, el Grupo Clarín, al Estado nacional. Un acierto que rompió un monopolio de veinticuatro años, pero que todavía –como muestra la serie– mantiene cierta liturgia de los años ’90, en el relato de Marcelo Araujo, el narrador omnipresente que domina la pantalla. Vale la pena ver este trabajo documental, porque como dice Grandinetti en la apertura: “La historia es fútbol, porque el fútbol es historia”.

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