1 José Francisco Sanfilippo. El máximo goleador de la historia azulgrana. Hizo 200 goles en 262 partidos. Fue el primer jugador del profesionalismo que llegó a ser goleador del campeonato en cuatro temporadas consecutivas (1958 a 1961). El título de 1959 se explica sólo por su poder: marcó 31 en 30 encuentros. Individualista, obsesivo, frío, astuto, implacable, un monstruo.

2 Isidro Lángara. Su debut en 1939 fue un hito: bajó del barco y le marcó cuatro goles a River en el primer tiempo. Esos 45 minutos le bastaron para convertirse en ídolo y para que los inmigrantes españoles se hicieran de San Lorenzo sólo para verlo jugar. Torpe, poco elegante, pero tremendamente efectivo, anotó 110 goles en apenas cinco temporadas.

3 Rinaldo Martino. El crack de los campeones del ’46. Como interior izquierdo fue hábil, inteligente, sutil en el juego corto, pero también potente a la hora de definir. Marcó 142 goles en 223 partidos.

4 René Pontoni. Elegancia, estilo, buen gusto, un lujo en el centro del ataque de los campeones de 1946. Señaló 66 goles en 102 partidos.

5 Sergio Bismark Villar. El jugador que más partidos jugó en San Lorenzo (446 entre 1968 y 1981). Dio cátedra marcando el lateral derecho. Seguro en el quite, claro y veloz en la proyección. También jugó como lateral izquierdo y como volante por la derecha. Ganó cuatro títulos (Metro ’68, el bicampeonato del ’72 y Nacional ’74).

6 Roberto Telch. Rapidez, intuición y limpieza para recuperar la pelota como volante central, simpleza y claridad para pasarla. No necesitaba correr para llegar, ni pegar para quitar. Jugó 415 partidos en 13 años y también logró cuatro títulos.

7 José Rafael Albrecht. Fuerza, calidad, personalidad. Era segundo marcador central, pero llegaba seguido al área de enfrente. Eximio ejecutor de penales, tal vez el mejor de todos los tiempos. En ocho temporadas, convirtió 56 goles y fue puntal de los Matadores.

8 Héctor Horacio Scotta. Sus 60 goles en 1975 lo convierten hasta hoy en el jugador que más goles convirtió en un año calendario en toda la historia del fútbol argentino. Pura potencia, le pegaba al arco sin miramientos desde cualquier dirección. Hizo 140 goles en 226 partidos. Pudieron haber sido más si no se hubiera fracturado en 1972. Ganó un título, el Nacional de 1974.

9 Diego García. El goleador del campeonato de 1933 y de la primera década profesional. De juego simple y sobrio, como entreala izquierdo aprovechaba todas las ocasiones que se le presentaban. Marcó 101 goles en 198 partidos.

10 Rodolfo José Fischer. El Lobo fue vital en la conquista del Metro ’68 por parte de los Matadores. Aportó fuerza y mucho gol a un equipo chispeante. Con su famosa “bicicleta” (adelantaba el pie izquierdo y con el derecho se llevaba la pelota) arrastraba a sus marcadores. Convirtió 141 goles en 272 partidos.