EL MUNDO › LA ESTRATEGIA DE CUBA PARA SALVAR AL SOCIALISMO

Producir más alimento

La isla llamó a trabajar con eficiencia para ampliar la producción y bajar los costos. Es una respuesta a la crisis alimentaria mundial y a la dependencia de la economía cubana a la importación.

Cuba se prepara para enfrentar la crisis mundial alimentaria. El gobierno de la isla llamó a trabajar con disciplina y eficiencia para producir más alimentos y reducir su importación. “Esa es la estrategia fundamental del país y la mayor contribución que puede hacer hoy el partido para salvar el socialismo”, dijo el vicepresidente Esteban Lazo.

La dependencia de la economía cubana de los alimentos importados amenaza con dilapidar los recursos de la isla. Por eso, las autoridades de la isla exhortaron nuevamente a aumentar la productividad. “No se puede construir el socialismo si no trabajamos con eficiencia, con ahorro, disminuyendo los costos”, advirtió Lazo el domingo pasado al diario oficial Granma.

Producto de la crisis de los años ’90, Cuba importa más del 80 por ciento de los productos que entrega a la población mediante una cartilla de racionamiento subsidiada, y pretende disminuir hasta en 50 por ciento en un lustro su dependencia externa en el rubro. “La única solución es el trabajo y para ello son necesarios la disciplina y el orden laboral”, añadió el vicepresidente cubano en una reunión del Partido Comunista en la occidental provincia de Matanzas.

En una reunión similar en la provincia de Guantánamo, en el este del país, el número dos del gobierno cubano, José Ramón Machado, también se pronunció por intensificar la producción. “Ante la situación que atraviesa el mundo con los alimentos, de la cual no está excluida Cuba, no nos queda más alternativa que producir más”, aseguró.

Esta iniciativa no es nueva. Desde su investidura presidencial en febrero pasado, Raúl Castro impulsa una reestructuración agrícola para aumentar la producción de alimentos, que declaró asunto de máxima seguridad nacional, frente al alza de precios en el mercado mundial, que podría afectar aún más al rubro alimentario, el más deficitario en Cuba. Las medidas tomadas hasta ahora por el gobierno incluyen la entrega masiva de tierras ociosas, mejores precios a los productores y la descentralización de las decisiones en el sector.

“Si no sembramos, si no cosechamos ni aprovechamos óptimamente los recursos disponibles, no estaremos dando la respuesta necesaria y pueden agravarse las dificultades en este sector prioritario”, reconoció Machado. Para evitar esa situación, Castro apunta a reducir en 2009 entre 5 y 10 por ciento sus importaciones de alimentos, de 1470 millones de dólares (3,4 millones de toneladas) en 2007, de los cuales 600 millones fueron compras a empresas de Estados Unidos, según estadísticas oficiales.

Pero por ahora los indicadores son poco alentadores. La semana pasada el vicepresidente Carlos Lage señaló que para importar igual volumen de alimentos este año habrá que pagar más. “A los precios de hoy, habría que gastar 2554 millones de dólares, 1000 millones de dólares más que el año anterior”, dijo.

Otro de los problemas que Castro se dispone a resolver es el déficit de la vivienda en un país donde más del 80 por ciento de la población es propietaria de sus casas. Para ello, el gobierno cubano comenzó a entregar títulos de propiedad a trabajadores que habitaron viviendas durante 20 años por estar vinculados con un centro laboral, según informó ayer el Instituto Nacional de la Vivienda.

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