El presidente ruso, Dmitri Medvedev, dijo que quiere presentarse para un segundo mandato, pero concede que no se presentará contra el primer ministro Vladimir Putin en las elecciones de marzo próximo. El dúo gobernante de Rusia mantiene a los expertos y a los inversores adivinando cuál se postulará para las elecciones y según las crípticas declaraciones de ambos hasta ahora, Medvedev dio una respuesta ambigua cuando se le preguntó si se presentaría. “Creo que cualquier líder que ocupa un puesto como presidente simplemente quiere postularse”, le dijo al Financial Times en una entrevista publicada ayer. Pero otra cuestión es si se decide o no a ser candidato. Su decisión puede ser diferente de su voluntad de postularse.

Los analistas rusos y los blogueros se peleaban por comprender exactamente qué quiso decir Medvedev. La creencia general era que sus palabras estaban dirigidas a los oídos de Putin, considerado el más poderoso de los dos. “Este es un mensaje par Putin”, escribió un comentarista en el tabloide ruso Moskovsky Komsomolets. “Puse mis cartas sobre la mesa, ahora es tu turno.”

Medvedev dijo que postularse directamente contra Putin sería “dañino” para el país y sin sentido, ya que los dos hombres representan a la misma fuerza política. Sin embargo, aunque ambos han trabajado juntos durante dos décadas, Medvedev es considerado más liberal y más inclinado a Occidente que Putin, y la mayoría de los políticos occidentales esperan que Medvedev sea el candidato. Una cosa es cierta: cualquiera de los dos que se presente ganará la elección con facilidad. Sus índices de aprobación están por encima del 50 por ciento y no hay una figura de la oposición que los desafíe.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.