EL MUNDO › LA CRISIS ENERGETICA GOLPEA LA ECONOMIA CUBANA

Cuando La Habana apaga la luz

Por Mauricio Vicent *
Desde La Habana

La maltrecha economía cubana ha empezado a sufrir ya el impacto de las medidas de ahorro de electricidad adoptadas por el gobierno de Fidel Castro. Incluso el estratégico sector turístico se está viendo afectado por la grave crisis energética. Varios hoteles han cerrado sus puertas temporalmente en La Habana y Varadero y otros lo harán en los próximos días en la isla.
Hoteles emblemáticos de La Habana como el Riviera o el St. John’s, ambos situados en el barrio del Vedado, ya están vacíos. Lo mismo ocurre en el Puntarena y Villa Cuba, de Varadero, todos de la cadena Gran Caribe. Este grupo turístico estatal –uno de los cuatro que existen en la isla– ha cancelado o cancelará en los próximos días las operaciones de casi 4000 habitaciones. Algunos agentes de viaje ya han recibido un comunicado del Consejo de Dirección de Gran Caribe en el que se informa de que los turistas que ya habían contratado alojamiento en estos establecimientos serán reubicados. Hasta su reapertura, prevista para noviembre o diciembre, los trabajadores de estos hoteles pasarán cursos de formación o tomarán sus vacaciones. Uno de los empleados afectados por la medida dijo a este diario que en su centro se les ha aconsejado que pasen este mes en un “curso de superación”, y señaló que los cierres han despertado un gran malestar en todo el sector, pues la mayoría de los trabajadores viven de las propinas.
Pero el impacto en el sector turístico va más allá. Sin llegar a la medida extrema de la clausura, la actividad diaria de hoteles importantes como el Nacional o el Meliá-Cohiba se ha visto afectada sensiblemente por los apagones, que en La Habana son de hasta seis horas diarias. En muchos casos, los grupos electrógenos que poseen estos hoteles no tienen suficiente capacidad para garantizar el funcionamiento del aire acondicionado en las habitaciones, lo que, si el corte del suministro se produce en el horario de la tarde-noche, puede convertirse en una tortura debido al calor. Del mismo modo, se retrasan las labores de tintorería y dejan de funcionar los equipos de TV o el sauna de los gimnasios.
El programa de ajuste energético anunciado por las autoridades para hacer frente a la crisis, provocada por la salida de funcionamiento de la principal central térmica del país debido a una avería, contempla el cierre de 118 fábricas y la paralización de numerosas actividades productivas en octubre, la reducción de la jornada laboral en media hora durante cuatro meses, la paralización del funcionamiento del aire acondicionado en los centros estatales en el horario de máxima demanda, la reducción del alumbrado público mediante un programa de apagones, entre otras medidas.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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